jueves, 3 de mayo de 2012

Cyrus

Conocí a Cyrus cuando trabajaba en uno de los puntos para ayudar a ancianos en el que yo también trabajo. Él se desempenaba como mayordomo por un euro en la hora. Yo, trabajo por cero euros la hora, ya que este es uno de los dos trabajos ad honorem que realizo en la ciudad donde vivo.  

El estado pagaba a Cyrus la vivienda, calefacción y otros gastos y le daba además plata para gastos de alimentación, ropa, etc. Paga su seguro médico y todo lo que necesite.

Cyrus era super buena persona, de excelente carácter; pero... como mayordomo no era el mejor, ya que no era muy hábil para arreglar puertas que no cerraban bien o pintar... esas cosas que tienen que hacer los mayordomos. Sin embargo, con los viejitos, era muy amable y servicial y también, le gustaba ayudar en la cocina.

Como muchos otros persas, había llegado a Alemania pidiendo asilo... huyendo de Irán. No hablaba bien alemán y no era el más joven, por lo que las posibilidades de que algún día lo hablara correctamente, tampoco eran muy altas.

Era uno de los muchos desempleados-empleados que participaba en el programa de trabajar por un euro la hora. Llegó un día en que no lo vi más... me contaron que se había ido, ya que había encontrado otro trabajo mejor y que enviarían a otra persona en su lugar para reemplazarlo. También por un euro la hora.

Poco tiempo después, fuimos con amigos a comer afuera, a un nuevo y relativamente pequeno restaurant espanol que se instaló cerca de mi casa. Y...de repente, desde la cocina alguien me saluda muy amable y sonriente. Cual no sería mi sorpresa: era Cyrus. Así que este era su nuevo trabajo. Claro, siempre le gustó trabajar en la cocina.

Conversé con el dueno del restaurant (alemán), quien me explicó que Cyrus es su concinero (único), que está muy contento con él, que sabe concinar sumamente bien la comida espanola. Después de eso, volví varias veces al restaurant y siempre paso a saludar a Cyrus.

En su caso -como en el de muchas otras personas- el trabajo de un euro la hora en una institución de beneficencia, lo ayudó enormemente a entender cómo funciona el trabajo en Alemania, a "soltarse", a atreverse a hablar alemán, aprendió a desenvolverse y le dió seguridad en sí mismo.

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