Günther es un amigo mío, tiene entre 45 y 50 y está consumido por la droga y el alcohol. Hoy me contó que el fin de semana había estado en el cumpleaños de su mamá y había visto a sus seis hermanos y a los hijos de éstos.
Le encantan sus sobrinos y los niños en general... Cuando él tenía 19 años, su polola (novia) se quedó embarazada... Y el papá de ella -un capitalista director de un banco, me dice- la obligó a abortar y la mandó a otro país y después, a otra ciudad.
Me dijo que ese hombre le había destruido su vida. Que, entonces, comenzó a consumir droga. Que no soportó la separación y, menos que nada, el aborto. Que si ella -pese a que su papá era millonario- no podía/quería tener a su hijo, la propia familia de Günther, estaba dispuesta a criarlo. Su mamá había criado a siete niños y podía educar a un octavo.
Dice que él odia a los capitalistas, que sólo piensan en el dinero y no en las personas. Como este director de banco al que le importó sólo el dinero, él fue lo suficientemente egoísta para impedir que el niño naciera y viviera. Y era su propio nieto... a pesar de tener todos los medios para mantenerlo. Pero para este tipo de gente, un niño es una molestia...
La familia de Günther es pobre; pero lo habrían recibido con gusto y criado, felices.
Este hombre, el papá de su novia de entonces destruyó su vida -recalca mi amigo-, la vida de su hijo y, probablemente, la de su novia, de la que no supo más.
Me dice que, cuando ve a niños por la calle... piensa en su hijo... en cómo sería hoy si lo hubieran dejado vivir...
1 comentario:
Creo que cada uno de nosotros conocemos historias sobre abortos, y una reacción común es eso: pensar en cómo sería hoy si lo hubiesen dejado vivir. Justo esta mañana pensaba en que uno que abortaron en agosto del 2008 ya tendría 3 añitos. ¡Qué pena tan terrible!
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