A qué hora sales de la casa : supermercacos para la tercera edad

Depende de la hora a la que salgas de tu casa, es la gente que encuentras por la calle.

Alemania es un país de rituales y, hasta para salir de la casa, para comprar o llevar a los niños a jugar, hay horarios.

Tales como: en plazas de juego no se puede jugar a la hora de la siesta, entre la 1 y las 3, según el lugar. Hay algunas ciudades en que en las plazas de juego está escrito en un letrero a qué hora pueden jugar los chicos... y hacer ruido, claro, que es lo decisivo.

Recuerdo que una amiga española me contó que, en su edificio de departamentos / apartamentos, justo a las 6 de la tarde, si había algún niño revoloteando por ahí, uno de los vecinos (hombre y viejo) sacaba su cabeza por la ventana y gritaba "Ruhe!" que es tanto como decir "¡no hagan ruido!".

Esta mañana fui al pueblo de Mehlem y -nunca lo hago, pero esta vez, tenía poco tiempo- pasé a comprar al mini-supermercado del pueblo (al caro, a Edeka, donde, por sus precios, no compro nunca; les prometo que compré super poco y sólo porque tenía una invitación para esta tarde y quería llevar algún regalito).

No se imaginan la cantidad de viejitos y de viejitas que había adentro. Hasta las sras. que atendían (que conocían el nombre de todos los clientes) y las cajeras eran ya bastante mayores. Y conversaban animadamente con ellas, una que estaba al lado mío, le contaba a la sra. que atendía que había tenido que estar donde el urólogo a las 7.30 de la mañana, para un examen y después había tenido que ir a otro médico y ahora estaba comprando para el almuerzo.

Para muchos viejitos es este uno de los pocos contactos diarios que tienen, de manera que se explica por qué van a comprar todos los días a un supermercado caro, en circunstancia de que sería mucho más económico ir una vez a la semana, a una más barato.

Sólo había una mujer más joven, una que limpiaba el piso, una extranjera, supongo, por cómo se veía. Y una mamá (joven, la única), con su niño o niña (no sé), menor de dos o tres años (aquí, el Kindergarten comienza, lo más temprano, a los cuatro años).

Y hay que comprender que la tercera edad tiene otros requerimientos y comprarán donde los entiendan y los ayuden. La sra. que estaba delante mío abrió su billetera y la cajera le sacó ella el dinero. Evidentemente, la cliente o clienta no podía ver.

Si van al Aldi o al Penny y le dice al/a cajera/o que le ayude... me imagino que no la va a entender.

Lo que explica que el local más caro de los alrededores pueda sobrevivir. Además es el más antiguo y supongo que los viejitos lo conocieron cuando eran jóvenes.