lunes, 27 de agosto de 2007

La perdida de la virginidad


Tal vez alguno de los advertidos lectores se haya percatado de la existencia de mi nuevo blog (Conversando de películas).


He estado buscando mis antiguos artículos de películas, aparecidos en y me encontré con este que, como no es propiamente de cine, lo copio aquí, a propósito del tema que venimos tratando.

El artículo es de 27 de diciembre del 2005 y este es el link Rumor has it... o la pérdida de la virginidad , por si alguien lo quiere ver en versión original, con el acertado comentario de Yusuf. Sí sería bueno instalar un foro, como él propone... pero la verdad es que no tendría tiempo para coordinarlo, si hacen muchos clics en mi publicidad de Google, tal vez logre dejar la oficina o reducir su tiempo...

El texto del artículo de entonces es el siguiente:

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Hoy en la tarde, aprovechando las vacaciones de Navidad fuimos al cine con unos amigos y algunos niños. King Kong fue la película elegida. Me gustaría encontrar tiempo para comentarla.

En el cine, encontramos a un matrimonio conocido ya mayor (pero no tanto) que llevaba a la nieta -que pasa un par de días con los abuelos- a ver una película. Los niños nuestros se imaginaron: Narnia, King Kong o tal vez, Oliver Twist. Y, mientras los adultos comprábamos las entradas, ellos fueron a conversar con el matrimonio y su nieta de 15 años.

Verían una película escogida por ella y que se moría por ver, según dijeron. Se llama en alemán Wo die Liebe hinfällt, esto es, "El amor va donde quiere". En inglés se llama "Rumor has it..." y en castellano, "Dicen por ahí..." puede ser que el nombre varíe según el país. Porque somos tantos que las compañías le colocan distintos nombres a las cintas, según la mentalidad o el lenguaje del país.

No sé si Uds. conocen el argumento de la película. Es un "homenaje" a la antigua "El graduado" en que Dustin Hoffman termina en la cama con la mamá de su novia... Ahora bien, esta es la historia de la hija de la novia de Dustin Hoffman, hasta donde entendí por lo menos, por favor, corríjanme si me equivoco.

Resulta que ahora Sarah o Jennifer Aniston es la hija de la novia de Dustin Hoffman o algo así. En todo caso, que su abuela es la loca Mrs. Robinson. Ella quiere conocer a Dustin, que ahora es Kevin Costner y... una comedia de enredos con un alto contenido sensual y sexual.

Y todo esto, en el marco de la vida de gente con mucho dinero, que se lo pasa jugando tenis. La hermana de Sarah-Jennifer Anni-Mena Suvari quiere casarse con su partner de tenis. Kevin Costner es, en la trama, un multimillonario, un viejo atractivo. Etc., etc. Las dos hijas se lo pasan pensando en hombres y en líos amorosos. Todos los ingredientes de la peor de las telenovelas. Ver La(s) palabra(s) del año

Yo me pregunto si eso es la vida real para una chica alemana (o de cualquier país) de quince años. O de más edad. No sé, pero yo prefiero que los niños y las niñas vean King Kong, una historia llena de heroísmo, o en Sr. de los Anillos, o Harry Potter, Narnia, La guerra de las galaxias o la Guerra de los mundos... O Erwin Brockovich o Buscando al soldado Ryan o X-trem (la mejor película de Hugh Grant). O Los miserables, The gangs of New York o tantas otras, de las que se puede sacar algo y además son buenas y entretenidas.

Esto me ha llevado a pensar en una artículo que leí hace poco en la revista Psychologie Heute (ver páginas que recomiendo), en que se nos ofrecen algunas estadísticas muy interesantes acerca de la edad en que los niños alemanes pierden la virginidad.

El artículo se llama Das erste Mal, esto es La primera vez. En él se nos informa que, en Alemania, en promedio, los chicos tienen su primera relación sexual a los 16,6 y las chicas, a los 15,7 años. Lo que da un promedio de 16,2 años.

Y no crean que lo hacen por casualidad, por error, porque "no se aguantaron". No, lo hacen a esa edad POR SISTEMA. Porque, de acuerdo a la mentalidad imperante, el sexo es como comer y beber, es una necesidad fisiológica más. Y porque papá y mamá los impulsan a ello. No es que estén en desacuerdo, ni que estén de acuerdo. Van más allá: impulsan a sus propios hijos a ello. Evidentemente, que no es el comportamiento de todos los padres; pero diría -por lo que he visto y oído- que la gran mayoría de ellos.

Y a los quince o dieciseis, en plena adolescencia, ya es edad de alimentarte. Una vez con uno y a la semana siguiente con otro u otra. Why not?


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