miércoles, 17 de julio de 2013

Una segunda oportunidad...


A propósito del tema del que hablábamos en otro de mis blogs: Sigamos el modelo de Finlandia: no a la temprana separación de los alumnos, sino recién después de la adolescencia, conversaba el fin de semana con una profesora básica con bastante experiencia sobre el tema recomendación de la profesora para un tipo de colegio al salir del 4° ano.

Me decía que ella pensaba que todos los ninos tenían una segunda oportunidad, que prefería arriesgarse y dar una recomenación para un colegio "más difícil". Y que los papás tenían que codecidir con la profesora el tipo de colegio al que irían sus hijos.

Bastante razonable, aunque más razonable sería terminar con este sistema de la época de María Teresa y que, probablemente, era muy bueno para esa época e iniciar ya la reforma del sistema escolar en el mismo sentido que lo hizo Finlandia en la década de los 70.


1 comentario:

Rud dijo...

Hola, Marta
He sabido que la educación en Alemania es de primera, pero me ha dado la impresión de que es excluyente con aquellos chicos, quizás hijos de inmigrantes, que no tengan los conocimientos lingüísticos tan bien cimentados como aquellos cuyo el alemán es su lengua materna. Por ejemplo no todos pueden acceder al llamado Gimnasium (no lo he visto escrito).
Si bien es edificante que haya instituciones especiales para niños con coeficientes superiores o un poco bajos para el común, en mi opinión deberían de tratar de nivelar a aquellos chicos que, quizás por falta de cierta madurez, no han conseguido seguir el ritmo intelectual de sus condiscípulos.
Sí leí el escrito del economista Hans Werner Sinn, una recomendación rezonable.
Un gran abrazo