lunes, 1 de abril de 2013

Reunión de espanolas en Alemania


Sucedió hace no muchos anos, inmediatamente antes de la crisis... Me habían presentado a una espanola que se había venido con su familia a Alemania (por trabajo de su marido, enviado por el estado espanol). La llevé en el auto y la invité a pasar donde otra espanola a la que le quería presentar a la que yo conocía desde hacía siglos...

Pasamos por su casa... su tía acababa de llegar del norte de Espana (es una familia vasca) y mi amiga del norte de ese país la había ido a buscar al aeropuerto. Nos invitaron a comer "chorizo" a la cocina (la mesa del comedor tenía demasiadas cosas encima y además, la cocina tenía una mesa para comer).

Sentadas a la mesa (mientras los ninos de mi segunda amiga correteaban por la casa y el marido alemán de mi amiga del norte, deambulaba por ahí...), yo esperaba una alegre conversación en que particiaramos todas (la mamá de mi amiga del norte de Espana también estaba en la casa).

La conversación fue así: la tía se quejaba de los sudacas que encendían fogatas en las plazas de su ciudad en el norte de Espana... Decía que su ciudad estaba irreconocible, debido a los incultos grupos de sudacas que la estaban transformando en uns gran fogata.... Y no sé qué más cosas horribles hacían...

Por su parte, mi recién conocida amiga de Madrid se quejaba de la gente del norte de Espana, concretamente de los vascos, porque son terroristas y contaba historias terribles sore los vascos; pese a estar sólo con vascos (salvo yo y el marido de nuestra anfitriona). Decía que en el país vasco no se podía salir a la calle, tanto era el terrorismo y la criminalidad.

La tía de mi amiga, que acababa de llegar a Alemania procedente del País Vasco, se quejaba asimismo de la gente de Madrid que llegaba al país vasco. Y además, quéjabase de todos los demás espanoles que no fuesen vascos...

En eso, sonó el celular de la tía... Lo contestó y permaneció sentada a la mesa, era alguien de su familia que le preguntaba si había llegado bien a Alemania.... Ella permaneció, hablando a voz en cuello y contando que había conocido a alguien que también venía de Espana... (a Madrid, ni lo mencionó), que conocía tal persona en su ciudad (en realidad, no dijo que la conociera, sino tal persona que ella conocía debería conocer a esa persona por el cargo que tenía, etc. etc.).

Todo era un super caos, yo me quedé callada (igual, nadie me escuchaba, en realidad, nadie escuchaba a nadie).

Después de una hora, dije que ya teníamos que irnos (menos mal que yo manejaba, así que tenía el control sobre el tiempo). En el auto, mi nueva conocida de Madrid -llena de un orgullo que para mí es inentendible- me comentó que la tía de mi amiga era una mujer elegante y aristocrática del norte de Espana...

Yo pensé, pero preferí no decir nada: una persona realmente elegante y bien educada no habla por teléfono sentada a la mesa; una persona educada se habría levantado de la mesa por respeto a los demás y por no ponerse de centro de mesa y habría telefoneado en otro lugar... Una persona bien educada habría escuchado y los demás y, en ningún caso, habría hablado mal de los demás... Más aún, "si los demás" están sentados con ella, en la cocina de su sobrina....

No sé si mi nueva conocida espanola estaba sorda, porque no escuchó absolutamente nada de lo que dijo la tía... Ella que defiende tanto Madrid, ciudad que considera la octava maravilla del mundo, parece que no escuchó que la tía se dedicó a hablar mal de Madrid... y de los sudacas, claro; pero esto último... a quién le importa...

Yo creo -estoy segura- que la tía tampoco oyó nada de lo que dijo la senora madrilena...

Más adelante, le conté todo esto a un colombiano que había vivido mucho tiempo en Espana (mamá espanola o algo así) y me explicó que en Espana siempre es así: están todos contra todos y nadie escucha a los demás, me dijo... Pensé en Thomas Hobbes.

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