martes, 12 de junio de 2012

El síndrome de Beate


Ayer supimos que Beate Zschäpe es rumana, su papá lo era... Sí, la única mujer que integraba la célula de extrema derecha neonazi y que mató, al menos a diez personas, de ellas, la mayoría turcos y además, un griego.

En otras palabras: la xenófoba Srta. Zschäpe es mitad rumana. Esto es, una minoría no aria y además, desprestigiada en Alemania.

Recordé entonces lo que había prometido escribir en Me equivoqué... Lo voy a resumir: personas que sufren discriminación (como seguro que pasó con ella en el Este de Alemania, en la llamada Alemania comunista que no se caracterizaba por su apertura y multiculturalidad), aprenden a discriminar y ellas misma discriminan.

Sí, ayer, un periodista alemán se extranaba de que la misma mujer que sufrió por no ser mitad rumana, haya despreciado hasta llegar a matar, a turcos y griegos (que eran quienes estaban más a su alcance; pero, sin duda, el odio llega a todos los demás sudeuropeos, probablemente, también a los mismos rumanos). A mí ya no me extrana.

Por esto mismo, quien crece en medio de una sociedad que te humilla y aprendes que eres inferior a los demás o que los demás lo piensan de ti; primero tratas de parecerte a la "raza" o casta superior (ver El síndrome de Bernard Marx y Más de Alfas y de Gamas) a cómo dé lugar y una de esas formas es siendo más nazi que los mismos nazis...

Y segundo, reconoces que hay personas bajo tuyo. Sí, en una sociedad jeráquica, habrá siempre alguien por encima y alguien por debajo... Si me tratan mal los de arriba, yo también aprendo que puedo/debo tratar mal a los de "más abajo".

Me parece que queda mucho que hacer en la sociedad, para que nos demos cuenta que no podemos seguir sembrando odio y desprecio, que todos somos hijos de Dios y por tanto, hermanos y que ya basta de racismo, xenofobia y de odio... Estamos en el siglo 21, pero parece que algunos aún no se dan cuenta.

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