Esta semana, estuve en evento social, conversé con sra. mayor (upper class) quien me contó que su hermano, después de jubilarse, cayó en un vacío y se dedicó a la bebida.
El trago lo convirtió en un hombre agresivo y que destruía objetos, lanzándolos al suelo, en la casa de la familia, donde ambos vivían:
Una tarde, ella volvió a su casa y la encontró en llamas. El hermano le había prendido fuego en medio de su borrachera. Acabó en la clínica psiquiátrica. Al cabo de dos o tres meses, los médicos le dijeron a ella que ellos no podían hacer más por su hermano... Comenzó la búsqueda de un lugar cerrado donde pudiera permanecer...
No fue fácil, pero encontró un lugar... donde él pasó ese verano, sin consumir más alcohol y volvió -me contó ella con los ojos húmedos- a ser muy amosoro (lieb), como antes de que empezara a tomar.
Ese fue su último verano, el alcohol le había consumido de tal forma que sus órganos no resistieron más y falleció a fines de verano.
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