Como el fin de semana no pude ir al fitness studio, hoy hice programa doble. Después de BBP, entré a Cycle, aunque no lo tenía programado y, como siempre cuando hay espacio, me coloqué al lado de la ventana.
Siempre es entretenido mirar hacia abajo y ver los cientos de personas de todas las procedencias que caminan por Godesberg. Imaginar historias sobre ellas... Además, nunca faltan los amigos o conocidos que diviso desde las alturas del gimnasio y después les pregunto riéndome: "qué hacías a tal hora en tal parte".
De pronto, en vez de mirar hacia abajo, vi moverse algo en una de las ventanas que quedaba más o menos a la altura en que estábamos "andando en bicicleta", pero a bastantes metros de distancia, en línea recta.
Era una especie de mole de carne morena y peluda que se lanzaba a una cama y se daba vueltas en ella. Para los mal pensados, el hombre andaba con algo así como un boxer short gigante ;) Como eran las 18:30, pensé para mis adentros: un extranjero esforzado que se levantó de madrugada a realizar uno de esos trabajos que permiten que la sociedad funcione y a esta hora, ya está cansado y se acusa a dormir.
Sí, no todas las personas tienen la suerte de poder llegar a su oficina a las 10 AM, como yo. Hay muchos que se levantan al alba y merecen nuestro reconocimiento y nuestro agradecimiento.
Como si no se hubiera dado cuenta de que lo podían ver a través de la ventana, volvió a darse vuelta en la cama (tiene que haber sido una cama bien fuerte para resistir tanto peso ;) y cerró la cortina.
Yo seguí pedaleando.
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