sábado, 14 de agosto de 2010

Mi nueva amiga


Sobre el tema de las expulsiones, expatriaciones... de los alemanes de Europa central y oriental (ver Erika Steinbach cita a Peter Glotz: sin el nacional socialismo no habría habido una expulsión, Lo que pasaron los alemanes expulsados del centro y este de Europa en Alemania occidental después de la Guerra y Erika Steinbach, Bartoszewski, los Kaczynski y otro políticos polacos), creo que hay que conocer a los expatriados.

La semana pasada estuve en la noche invitada a la casa de un matrimonio expatriado; ella (de la nobleza, casada con médico alemán) viene de Polonia, donde tuvo que huir, con su familia claro, después de la II Guerra. Debe tener más de 80, pero muy bien conservados ;)

Viaja varias veces al año a Polonia, donde gestiona proyectos propios y ajenos. Hoy, cuenta, la mayoría son propios: almuerzo para niños de por lo menos cuatro colegios en los alrededores de Marienburg. Ella los paga y cuenta que nunca ha comprobado una malversación de fondos por parte de los socios polacos. Trabaja con los políticos, esto es, con las municipalidades.

Ese día -esa noche- más bien, tenía invitada a su última becaria. Sí, da becas para pagar la universidad de estudiantes polacos que ella misma elige. Les paga los viajes a Alemania, se alojan en su casa o en casa de conocidos o si no, les "arregla" algo para su perfeccionamiento.

Su becaria polaca (derecho, Varsovia, muy agradable y de excelente presencia) había ganado una beca Erasmus a la Universidad de Heidelberg. Contaba que, para conocer algo más del derecho alemán, la Univ. de Varsovia había organizado cursos de fin de semana, en que profesores de Heidelberg viajaban a Varsovia y los alumnos sacrificaban su fin de semana para asistir a las clases y workshops. Digno de ser emulado.

Conté que era su tercera becaria y considerando lo cara que es actualmente la vida en Polonia, supongo que no resultará muy barato pagar todos los años de universidad de estos estudiantes polacos.

Ella es hija predilecta al menos de una ciudad polaca... claro, con todo lo que ha hecho. Nos mostró fotos de su papá, con uniforme militar polaco y también con uniforme militar alemán.

Sí, estas familias bi- o trinacionales, fueron/son igualmente víctimas del nacionalismo del s. 19 y del 20. Porque en realidad, son las típicas familias de la nobleza protestante (y practicante) que estaban por sobre los mezquinos, egoístas y angostos nacionalismos. Gracias a Dios, estamos en el s. 21

Necesitamos más gente como ella, que traspase fronteras y no renuncie a ser lo que es. Que una y no separe. Fiel, eso sí, a su propia identidad, se abra a los demás.

2 comentarios:

Julio Rougès dijo...

Creo que el mundo le debe mucho a Polonia por ese gran Papa que fue Juan Pablo II, y porque el pueblo polaco fue el primero que comenzó a minar la aparentemente férrea fortaleza del comunismo en los países que hasta 1989 eran satélites de la URSS.
Cuando a los liberales -yo también lo soy, pero católico- les recuerdo que en los momentos cruciales los que contribuyeron a la caída del "socialismo real" no eran precisamente ateos ni agnósticos, los seguidores de Ayn Rand se erizan.
¡Saludos Marta, y felicitaciones por tu blog!

Marta Salazar dijo...

muchísimas gracias estimado Julio, coincido contigo, aunque no todo polaco es un santo, ni mucho menos... lo de que no haya habido una malversación de fondos, ella lo explica extra, ya que en Polonia, lamentablemente, esto es muy común...

hay un chiste en Alemania que dice: "Venga a Polonia, su auto ya está aquí", PLOP!

Un abrazo fuerte y muchas gracias!

PS: esa Ayn Rand que es tan conocida en Argentina y Espana... no es en absoluto conocida en el resto del mundo ;)