Los choferes de buses no se caracterizan -me temo que- en ningún país del mundo por ser muy amables :( Alemania no es la excepción. Los mayores enemigos de los autobuseros son, en Godesberg al menos, los escolares, de la edad que sean.
Pues bien, un buen contraejemplo lo da un chofer que se dice que es de la India y es re-conocido por su extrema amabilidad, hacia todos, incluyendo a los alumnos de colegio que, necesariamente viajen en su bus.
El viernes pasado, día en que comenzaron las vacaciones de Semana Santa o de Pascua, como se llaman acá, me contaban que había deseado, en las paradadas (o paraderos) donde se bajan muchos niños "unas muy felices vacaciones", y todo con ese acento dulce que carateriza a los "hindúes".
Cuando quise indagar más sobre él, me contaron que nunca trata mal a nadie (no es lo más común, lamentablemente), que sonríe y es amable con todos sus pasajeros y nunca lo han visto pelear con nadie (igualmente raro en su profesión).
Un amigo me contó que él y otros escolares estaban al frío, esperando que el chofer abriera las puertas del bus, en el paradero central, para poder entrar. Los choferes estaban haciendo su "pausa del café" tan tradicional en Alemania. Él interrumpió su pausa y se dirigió extra a su bus, les abrió a los niños las puertas y les dijo que entraran, ya que hacía mucho frío. Ojalá que los niños alemanes le hayan siquiera dado las gracias...
3 comentarios:
Qué agradable resulta encontrar alguien así, ¿verdad? Y creo que debemos de recompensarlo devolviéndole esa amabilidad en el trato.
No sé porqué siempre son los emigrantes los más amables que los "nativos". Aquí tenemos a los bolivianos y peruanos que son excepcionalmente agradables en el trato y muy educados.
En mi ciudad los conductores de autobús son generalmente muy amables (independientemente de su nacionalidad). Pero es que esta es una ciudad pequeña. Demasiado amables teniendo en cuenta que tienen que tratar con un tráfico endiablado (con las obras del metro), con un control por parte de la empresa que les obliga a cumplir los horarios y con unos usuarios del transporte público que no siempre están a la altura de las circunstancias.
Saludos, Marta!
gracias queridísimo!
aunque te confieso que, por aquí, muchos de los conductores son de países del este (ex URSS) y... tienen bastante malas pulgas.
este chico de la India, tal vez sea budista, trataré de averiguarlo; me he dado cuenta que los "budistas practicantes" (conozco más) son extremadamente amables y bien educados :)
Un abrazo fuerte!
Efectivamente Marta, ojalá los niños le hayan dado las gracias. Digo, la gente amable lo es aunque no reciba nada a cambio, pero no hay mejor que corresponder a la buena acción con gratitud. Ojalá hubiese también más conductores como él, y si pueden enviar unos a México no nos caería mal :D
saludos. Hilda
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