domingo, 24 de enero de 2010

El organista de la iglesia


Ayer fuimos a misa en la noche (18.30), en Mehlem. Es la misa de los viejitos. Se celebraba una "misa de seis semanas", en memoria de un arquitecto de Mehlem. Debe haber sido bien elegante, porque la ropa y la pinta de sus familiares... así lo delataban.

Entre paréntesis, ayer me di cuenta claramente que "un abrigo de piel no es igual a un abrigo de piel" ;) en otras palabras, hay abrigos de piel muy bonitos y finos y otros que no lo son ^^

Como toda familia de la upper class alemana, tenía niños y no pocos (o sea, pocos en relación a lo que podría ser una buena familia mexicana, pero muchos para los que se puede tener en Alemania, sin volverse loco/a). Uds. entienden, el concepto de familia numerosa es relativo :)

Uno de esos niños era bien simpático. De unos dos años, bien vestido (chaqueta inglesa, sweter Rugby, Uds. saben...) y muy sonriente, como era el menor de varios hermanos también muy pequeñitos, se "liberó" del yugo de sus padres y comenzó a deambular sonriente y sin hacer ruido por toda la iglesia (que tampoco estaba llena). Siendo objeto de las miradas complacientes de las Omas que tal vez no eran Omas, porque tal vez sus hijos (si los habían tenido) no les habían regalado nietos :(

La mamá lo fue a buscar y se lo llevó al banco de la familia. Donde el chico resistió unos minutos calladito, pero después comenzó a hacer ruido... no mucho. Quería huir de la represión familiar y volver a explorar los recónditos rincones del templo, durante la misa. Hay niños así, tienen lo que en alemán se llama un Freiheitsdrang ;) Personalmente, son los niños que más me gustan :)

En eso, el organista del templo, se acercó al balcón (el órgano está arriba) y gritó enojado y en rhenano (dialecto de esta zona, no suena precisamente muy fino): algo como "que se calle o que se vayan"... Voy a tener que preguntar qué dijo exactamente; pero fue más o menos esto...

Toda la iglesia, lo miró, el cura también, el diácono... parecía que hasta las figuras de los santos lo miraran...

¿Qué opinan? ¿Qué habrían hecho Uds.? Pasado mañana sigue.


1 comentario:

AleMamá dijo...

Más vale que un niño haga algo de ruido porque ¡son niños! y así tendremos un católico sin problemas por mala acogida cuando sea grande, creo yo.
Hay padres que sueltan a los críos a veces sin límites, como uno que acá se subía al presbiterio y le tiraba las ropas al sacerdote sin regaño ni rescate de sus padres...Ni mucho ni poco, sentido común y caridad ante todo, me parece.