domingo, 25 de octubre de 2009

Nicolas y Carla


Queridos amigos: hay gente, en Alemania -y no es poca- que no tiene contacto, que no quiere tener contacto, que evita el contacto y llama a los demás a evitarlo, con gente divorciada e incluso con sus hijos... Los hay también en mi grupo de conocidos...

Hace algún tiempo, un amigo mío me contó que un amigo suyo le había "aconsejado" abandonar el contacto de amistad propio de personas que trabajan juntos, con una colega suya divorciada.

Yo, que conozco otra realidad y tengo una opinión formada al respecto, hablé con un sacerdote católico sobre el tema, quien me dijo (ocurrió hace algunos meses): "si esto fuera así, ¡entonces qué hace el mismo Papa recibiendo a Sarkozy y a Carla Bruni!"

Claro, el viaje de speedy Sarko y la cantante y modelo italiana que es, sino me equivoco, "su tercera esposa", había tenido lugar en esos mismos días en que yo lo comenté esto que me habían contado.

Recordé lo que me dijo la viuda de Peter Berglar (entre paréntesis, muy amigo de nuestro historiador chileno Ricardo Krebs) hace años (me lo dijo a mí, personalmente, que había dicho una frase -fue un poco en broma, pero no debería haberla pronunciado- juzgando a los demás, en otro tema, no fue este del divorcio: "Te vas a llevar muchas sorpresas en el cielo".

Mi amigo sacerdote tiene razón y la viuda del médico e historiador alemán, también... Me acordé de ellos hoy por la mañana, leyendo el artículo de mi amigo austriaco Stefan (Zeitzubeten = tiempo para rezar o para orar), concretamente el post Wiener Erzbischof als Feuerwerfer…, sobre la última homilía de un hijo de divorciados, del cardenal de Viena Christoph Schönborn


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