viernes, 11 de septiembre de 2009

Merkel: la responsabilidad por nuestras acciones y el valiente soldado en la frontera entre Hungría y Austria


Ahora que se cumplen 20 años de la apertura de la frontera entre Hungría y Austria, lo que significó el inicio del desgarre del telón de acero, me gustaría escribir lo que contó la canciller Merkel hace pocos días, cuando estuvo en Bonn (ver ).

Dijo -en el Markplatz de Bonn- que ella había estado hacía poco en Hungría (ver Merkel en Sopron, Hungría, conmemorando el picnic de Paneuropa y los besos en la mano), no quiero juzgar a nadie, pero no sé por qué me dió la impresión de que la gente a mi alrededor no había sabido que había viajado a, ni la razón de su viaje y que apenas sabía que hay un país llamado Hungría... ni hablar de Sopron).

... que había conversado con el guardia de la frontera, uno de los militares que controlaban que nadie huyera del paraíso socialista (no usó estas palabras)... Y él le había contado que, ese día de mediados, antes de que se abrieran las fronteras a mediados de sepiembre, al dejar pasar a los ciudadanos alemanes del Este, no sabía si iba a ser castigado por sus superiores por esta decisión suya, de un simple soldado.

Había llegado a la casa y había hablado con su familia, temiendo represalias de parte de sus superiores, ya que él solo había tomado una decisión, sin preguntar a nadie.

Pero las represalias no llegaron y ese fue el comienzo del fin, de la caída de la cortina de hierro.

Merkel hacía ver que de la aparentemente insignificante decisión de cada uno de nosotros, dependen muchas cosas, algunas de ellas, muy grandes y que nosotros no estamos en condiciones de vislumbrar... Es una llamado a asumir la responsabilidad por nuestras acciones. Y tiene razón.


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