No, no es una novela romántica, ni una historia de familia...
Hoy, al querer atravezar desde el Villenviertel a la city de Godesberg, donde hay cuatro semáforos, con esos aparatos que tienes que presionar para que le pongan rojo a los autos y verde a los peatones, había cuatro mujeres. Una en cada semáforo.
Y ninguna de las cuatro, había apretado el botón... PLOP!
1 comentario:
jajajaja y seguro se pasaron las horas esperando a que la otra cruzara jajajaja y pensaba que yo era distraida!!!
saludos cariñosos. Hilda
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