Queridos amigos, hace un par de semanas, me encontré con una amiga después de misa en la mañana de Mehlem.
Me contó de su mamá que había sido operada del corazón y ella se la había llevado a su casa; pero no puede seguir ahí... su mamá tampoco quería quedarse en la casa de su hija, con tantos niños y el marido y para conservar su independencia, etc., etc., etc. Se imaginan.
Le dije: bueno, entonces tiene que irse a una residencia, en lo que mi amiga también había pensado.
Agregué: hay tantas residencias aquí en Mehlem (para qué le iba a decir que Mehlem se está convirtiendo en un gigantesco hogar de ancianos)... Por ej., la de la Cruz Roja, la de no sé quién, la otra... la Sunrise (la foto es mía, está en Wikipedia, ver licencia, si la quieren copiar).
Mi amiga me respondió: Sunrise no, porque es norteamericana... Y todo lo norteamericano es malo, profundamente malo. El MacDonalds, la Coca-Cola...
Yo: No me parece que todo lo norteamericano sea malo. De hecho, me encanta el MacDonalds y soy coca-cola dependiente.
No sé ni siquiera si responder tanta acotación sin sentido tenga... tenga algún sentido.
Es un poco el Feinbild, que persiste en la educación alemana (deseducación) y que se transmite de generación en generación...
Mi amiga se cuenta entre los sectores culturalmente más conservadores de entre los conservadores alemanes...
3 comentarios:
yo terminé amando a los macdonald's cuando fui a Europa, porque era los únicos lugares que me alcanzaba el dinero para comer ji ji
saludos. Hilda
¡Ah, los viejos prejuicios, Marta!
"TODO LO"
gracias! así es... en ambos casos... pienso -no soy la única- que hay bastante de envidia... Un abrazo fuerte!
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