domingo, 2 de septiembre de 2007

La filipina y su marido ¡y la suegra !


A propósito de lo que venimos hablando del matrimonio, me gustaría volver a publicar en este blog el art. de 5 de agosto del 2006 La filipina

Mi amiga Amalia había conocido a una filipina en Flamersheim, a una de las cuantas que había en los alrededores. El tema de las filipinas es muy duro y supongo que saben de qué se trata y cómo funciona. No es que nunca resulte bien casarse en tales condiciones, pero no es tarea fácil para estas pobres chicas.

La filipina le contó que ella estaba muy mal, porque la fidelidad es, para ella, parte del matrimonio y ella se casó, evidentemente, bajo esa condición: que su marido le fiera fiel y ella a él. Lógico.

Pero resulta que su marido, un hombre sencillo (por llamarlo de alguna manera, aunque mi amiga Mary le llamaría "simple"), en una fiesta de su trabajo (de la empresa donde se desempeña) a la que ella también asistió, porque era una fiesta a la que estaban también invitados los partners, comenzó a... bueno, una colega se le sentó "en la falda" (¿cómo se dice si los hombres no usan falda?), quiero decir en las piernas, a vista y paciencia de todos los demás colegas.

Bueno, estos arrebatos de amor no son poco comunes cuando la gente ha bebido ya bastante. Aunque hay que reconocer que los alemanes son más bien recatados en este sentido: de mostrar "el amor" en público (lo que ocurre en privado ya es distinto y más propio de lo que se llama doble moral). Y esto de sentarse en las rodillas no es lo más normal. Salvo que hayan bebido en demasía, lo que lamentablemente no es la excepción.

Pero la cosa no llegó hasta ahí, sino que ambos comenzaron a besarse en público y en frente de la filipina casada con este hombre.

Llegando a la casa y en medio de una pena muy grande, ella le dijo que se sentía muy triste por lo que había hecho.

Inmediatamente intervino su suegra, que también vivía en la casa. ¿Adivinen de parte de quién se puso? De su retoño, por supuesto, después de todo, como los hombres -todos, el marido y los hijos varones- son intocables... sobre todo entre los habitantes simples (y no tan simples) del Eiffel.

A todas luces, su hijito tenía derecho a acariciar y algo más a su colega, se puede dar ese gusto, porque se lo merece, para eso es hombre. Me pregunto por qué no había elegido a la colega esta para casarse y no a la filipina.

Después de todo -le dijo la suegra gritándole- ella no era alemana y no sabía que en este país existen otras costumbres y no le puede prohibir a su marido besar a otra mujer.

Una amiga mía alemana, le llamaré Saskia (que, dicho sea de paso, ha vivido en el extranjero y trabaja para una empresa norteamericana, esto es, tiene su grado de internacionalidad), dice que el problema del machismo en Alemania se debe fundamentalmente a las mismas mujeres, que lo transmiten de generación en generación.

Como no quiero polemizar, es una opinión que no necesariamente hago mía, pero me ha dado que pensar. Les aseguro que Saskia existe -con otro nombre- y que realmente lo piensa y lo dice.

A continuación, reproduzco la opinión de Pato Acevedo (Es justo y necesario) en el foro del mismo artículo de mi blog anterior:

Patoace said...

Como no he viajado mucho, no me atrevería a decir esto con certeza, pero intuyo que el feminismo no ha prendido nunca en latinoamérica como en Europa, porque el machismo no es tan fuerte acá como allá. Es un poco como lo que pasó con el comunismo, que se diseñó pensando en el obrero inglés o alemán, pero no se aplicó ahí porque las diferencias y abusos no eran tan grandes como en Rusia.
En fin, los que conozcan más me dirán si tengo razón o no.



2 comentarios:

esteban lob dijo...

Si yo le hubiera faltado el respeto de ese modo a mi señora, con toda razón se habría ido el mismo día " a casa de su mamá". (Claro que en el caso de la filipina, su madre estaba muy lejos). Y el que la madre del "infractor" le hubiera dado la razón a su hijito, demuestra pasiones muy bajas de su parte.
¿Sería una actitud aislada, o una exteriorización del modo de pensar general en la Alemania actual?

Cariños Marta.

Marta Salazar dijo...

lamentablemente, pienso que la mentada emancipación de la mujer no ha llegado por estos lados a todos los sectores de la población;

generalmente, se dice que, en los sectores con "más cultura" (Bildung) se respeta más a la mujer y en los de menos, se la respeta menos. (Estudio reciente aparecido en la revista Psychologie Heute = Psicología hoy)

Este hombre y su mamá pertenecían a los sectores de menos formación,

sin embargo, pienso que este tipo de comportamientos (entre otras cosas, debido a la permeabilidad socio económica) sí está lamentablemente muy extendido.

La emancipación se ha entendido aquí más que nada como una "revolución sexual" => amor libre de los 70, pero en cuanto a una verdadera igualdad, un verdadero respeto a la mujer, de eso, tenemos aún muy poco.

Y esto no sólo lo pienso yo, no he conocido a ninguna mujer extranjera que no lo haya visto en la sociedad alemana.

Una amiga espanola dice que, en Alemania, la mujer es "un apéndice del hombre".

en fin, espero que la globalización nos ayude a superar estos problemas.

Un abrazo Esteban!