sábado, 15 de septiembre de 2007

La verdad, el Papa y la misa del domigo


En la misa del domingo pasado, leyeron, entre las peticiones, una que decía:

"Rogamos por todos aquellos..."

claro, parece que nosotros no, no tenemos ese problema, o ningún otro, porque en Alemania, las peticiones son siempre "por los demás", es ¿que acaso los cristianos somos perfectos? ¿no necesitamos pedir a Dios?

..."que se sienten confundidos entre tantas alternativas a elegir".

No me digan que hay otro país del mundo (aparte de Suiza, Austria, Holanda y Suecia) en que se pida algo así en la misa.

Me acordé de lo que el día anterior había dicho el Papa en Austria (ver La Verdad - Benedicto 16 en Mariazell, que parece que los chicos de la parroquia, no habían leído):

"si no hay verdad para el ser humano (traduzco así Mensch) entonces no puede distinguir entre bien y mal".

y continúa (la traducción es mía):

"necesitamos la verdad, pero, debido a nuestra historia, tememos que la fe en la verdad traiga consigo la intolerancia (...) estas dos imágenes de la basílica (se refiere a la Virgen con el niño y al pie de la cruz) nos hacen ver que la verdad no se impone con la fuerza exterior, sino que la verdad es humilde y se da a todos los hombres con la fuerza interior de su propia verdad o veracidad o ser verdad. La verdad se muestra, se expresa en el Amor, nunca es de nuestra propiedad, nuestro producto (...) la verdad sólo se puede recibir y regalar a otros. Esta fuerza interna de la verdad es lo que necesitamos. En este poder de la verdad es en lo que los cristianos confiamos. De ella, somos testigos. Es ella la que tenemos que regalar, tal como la recibimos nosotros mismos".

Es un poco lo que aprendemos los abogados en Derecho Romano: nadie da lo que no tiene.

O lo que expresa el lenguaje común: nadie es dueño de la verdad.

O bien, como decimos en alemán, nadie ha comido la verdad con cucharita.

La verdad es, en este caso, la Verdad. O, como dice Santa Teresa de Ávila o de Jesús, la humildad es la verdad (Las Moradas).


5 comentarios:

Kike dijo...

Cierto, Marta: nadie es dueño de la verdad. Sin embargo, a la Iglesia le ha tocado, sí, ser depositaria de la verdad y, por lo tanto, le toca ser servidora de esta, que es diferente. En ese sentido, no somos dueños de la verdad (los católicos, digo).

Sin embargo, muchos católicos lamentablemente olvidan que sí hemos recibido la verdad, y creen que o bien todas las religiones y creencias "sirven pa' lo mismo", o bien que la Iglesia no tiene por qué decir nada respecto a la verdad. A estos creo que sí les vendría bien una pequeña dosis extra de estos "recordaris" que de algún modo mencionas aquí.

Eso sin dejar de lado, claro, un afán de acercamiento, entendimiento y unión con creencias distintas (diálogo interreligioso, en un caso, y ecumenismo, en otro). Pero como bien se ha dicho, no existe ecumenismo auténtico que no esté afincado en la verdad.

La verdad asoma su cabecita humildemente, dice el Papa. Es cierto. Pero para eso tenemos que estar convencidos de ella.

Salud, Marta. De lejos te sigo porque estoy hasta el cuello de cosas (y, además, agripado); pero ahí vamos :-) Un fuerte abrazo.

Marta Salazar dijo...

Cuídate Kike! Sí, me quedo con las palabras del Papa y pienso que la Verdad es regalada (un don) que hay que cuidar, con humildad! Un abrazo muy fuerte!

Marta Salazar dijo...

Kike, no se te escapa que la petición es kantiana, no? Libertad = posibilidad de elegir indistintamente entre varias alternativas => da lo mismo la que escoja.

Todo lo contrario a lo que decía otro austriaco (el card. König, citado también en Viena, ver mi otro blog) cuando decía que lo que nos guía es la búsqueda de la Verdad.

Un abrazo y cuídate!!!

Kike dijo...

Oops, ahora sí me perdí, Marta. ¿A qué te refieres con eso? Es decir, piensas ---conmigo--- que esa definición de libertad está equivocada, ¿verdad? Me gustaría ver qué seguía después del enunciado de esa petición; es decir: "Te pedimos por aquellos, confundidos entre tantas alternativas...": ¿qué seguiría después de los tres puntitos? ¿O ahí acababa todo? Si allí acababa todo, claro, entonces están como para darles un balazo. Pero si hubiera algo como "...para que el impulso de buscar la verdad, inscrito en su corazón, los lleve a descubrirla en plenitud", entonces sería lindo.

Abrazote :-)

Marta Salazar dijo...

nada más después de los puntos suspensivos...

ahí está el problema,

saludos Kike, espero que estés mejor de la gripe!