sábado, 8 de septiembre de 2007

El verdadero relativismo - educación en libertad


Queridos amigos, este artículo es de mi blog anterior, de 29 de mayo del 2006

Me acordé de él, a propósito de lo que el Papa dijo en Mariazell (Austria) hoy en la mañana. Ver La Verdad - Benedicto 16 en Mariazell

Lo copio a continuación:

Hace poco menos de un año, cuando Joseph Ratzinger había sido recién elegido Papa, yo había escrito algún artículo al respecto (ver ¿Fue Benedicto XVI un nazi?) y el nuevo Pontífice estaba siendo muy criticado por su denostación del relativismo, me tocó ver una escena que me hizo pensar bastante al respecto.

Estaba yo en la cola del banco... estaba en la fila esperando que me atendieran en el Deutsche Bank, sucursal Rheinbach (ciudad cercana a Bonn y muy "burguesa", de "gente bien", para que me entiendan. No vivo ahí, fue sólo casualidad, casi).

Delante mío estaba una de esas señoras, de las que mis amigas y yo llamamos una Mutti cualquiera, esto es, una típica mamá de por estos lados. Con un niño de... tres o cuatro años, sentado en un cochecito (me parece que en España le llaman sillita (?)).

El niñito o la niñita... hay que aclarar que, a esta edad, considerando la vestimenta de la mayoría de los niños por estos lares, no se puede saber si son de sexo masculino o femenino; evidentemente que no sugiero ni por error exagerar con encajes o colores... la ropa de los niños tiene que ser práctica y funcional, moderna, de acuerdo a nuestro tiempo... bueno, pero ya me estoy yendo por las ramas.

Mientras la mamá era atendida por la cajera, el niño o la niña comenzó a romper la propaganda del banco, que estaba bajo "la caja", propiedad del banco.

Evidentemente, la persona que atendía no podía ver que el niño o la niña se deleitaba destuyendo la propiedad ajena, algo que no le pertenecía y que había costado (y dado) trabajo a otras personas.

En un momento en que la cajera iba a buscar algo, la mamá advirtió a su "crío" que no lo hiciera porque "Du kriegst Ärger", esto es, te van a retar o a regañar.

Me quedé pensando: ¿pero es que es cuestión de retos o de regaños? ¿No está "la cría" haciendo algo malo? No sé Uds., pero yo lo que le habría dicho yo a un niño: estás haciendo algo malo, estás rompiendo algo que le pertenece a otra persona (en este caso, al banco), no lo hagas. Piensa que si lo pusieron ahí es por algo y que hay personas que trabajaron en eso. Hay que respetar el trabajo ajeno.

Pero la Mutti no lo hizo, ella tiene otra forma de ver las cosas. Piensa y le dice a su retoño: deja de hacer eso, porque si te ven, si te descubren, te castigarán.

Con absoluta seguridad, el niño o la niña se preguntará, tarde o temprano: "¿Y si no me descubren? Sólo tengo que ser lo suficientemente clever para que no me descubran.

Hay una máxima en Alemania que dice: "puedes hacer lo que quieras, si no te descubren".

"Ok, entonces, haré algo malo y mientras no me descubran, está bien", piensa el niño. Y lo seguirá pensando durante toda su vida.

Este es el verdadero relativismo, o peor aún. Según él, no hay nada bueno, ni nada malo, todo es relativo. ¿Relativo a qué? A si no me descubren o no: si no me descubren, todo irá bien... No será bueno, ni malo, sólo saldrá de acuerdo a lo que a mí me conviene, me gusta, me complace, etc., etc.

El verdadero relativismo no entrega a los niños criterio alguno para decidir libremente si lo que hace está mal o está bien, es malo o es bueno. Para conocer si lo que hacen es bueno o es malo y sabemos que, no hay ninguna acción humana concreta que no sea buena o mala. Todas mis acciones concretas son malas o buenas (de acuerdo al fin que yo persiga).

Para mí la educación consiste en entregar a los niños (hijos, discípulos, alumnos, aprendices) la capacidad de decidir si lo que hacen está bien... y enseñarles a decidirse por el bien. Con gran libertad para que ellos mismos tomen sus decisiones acerca de la bondad o maldad de una acción concreta. Sin libertad, no aprenderán nunca.

Como educadores, no tomamos las decisiones por ellos, sino que son ellos mismos quienes deciden. Evidentemente que hay que guiarlos para elegir el bien, sí, el bien que existe y que no depende de si "me pillan", de si me descubren o no o de que le plazca a mis padres o a la cajera del banco.

Pero, de ninguna manera la educación consiste, a mi modo de ver, en capacitarlos para hacer lo que quieran y... si no los descubren, está bien. Este para mí, desde aquel momento, se ha convertido en la más clara expresión del verdadero relativismo (evidentemente que se podría llamar también subjetivismo).

Me gustaría además, copiar aquí la opinión de dos mamás que escribieron en el foro del artículo, una a favor (bloguer, desde Chile) y otra, no muy de acuerdo (esta última, una amiga mía, alemana).

Esther Croudo Bitrán said...

Marta:

Totalmente de acuerdo con tu postura. Yo tengo dos hijos (12 y 10 años)y mi principio básico de educación es que ellos (son hombrecitos) sepan lo bueno de lo malo sin que yo o mi marido estemos al lado para hacerles notar la diferencia.

Un saludo desde lejos.

y la otra es:
Charly said...

Marta: en cuanto a tu teoría sobre el relativismo estoy de acuerdo contigo, pero me parece bastante exagerado ponerlo en contexto con el incidente de la madre - lo que pasa es que en estos momentos cuando tienes que convencer tu nino de dejar una cosa prohibida no tienes tiempo de empezar a argumentar largamente porque ese acto es una ofensa contra el derecho de propiedad etc. - lo que el nino entiende al tiro es cuando le dices que va a tener "Ärger" ... claro que después puedes en un minuto tranquilo explicarle mas profundamente las razones ...Saludos, Charly

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