miércoles, 31 de diciembre de 2014

El burro y el buey


Muchas veces nos preguntamos por qué, en el pesebre de Belén, se representa, junto a María, a José y al nino Jesús, también -siempre- a un asno y a un buey.

El libro de Ratzinger que fue mi lectura para estas fiestas y al que me refiero en el post Mi lectura para la Navidad 2014, nos da la respuesta.

En la página 64, nos dice que la prsencia de estos dos animanes en la representaciones del pesebre no es simple producto de piadosas fantasías. Sino que se deben a la unidad que ve la Iglesia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento (pág. 65).

En efecto, el autor nos remite al Antiguo Testamento, concretamente a Isaías 1,3: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne". Es un bonito pensamiento este de unir las dos partes de la Sgda. Escritura.

En todo caso, tampoco es nada malo si, en el pesebre, no tienen ni a un burro, ni a un buey.... De hecho, acabo de mirar mi pesebre italiano y no tiene a estos dos animales. Pero sí hay ovejas y hasta un perro pastor alemán que, en realidad, en esa época no existía. Pero parece que los pesebres alemanes sí tiene siempre a estos dos animales. La verdad es que nunca me había fijado en este detalle ;)  


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