lunes, 10 de noviembre de 2014

Caza de brujas, caza de fortunas


El viernes pasado, asistí -en el marco de un congreso histórico- a una charla sobre la persesución de brujas -y de brujos- en la ciudad de Rheinbach.

El conferenciante nos habló de Hermann Löher, comerciante acaudalado de Rheinbach que, en el exilio, en Amsterdam, donde había huido, contó -en un libro del cual existen sólo dos ejemplares- su experiencia como juez lego.

Los jueces legos eran personas importantes de la ciudad que constituían un jurado (como en el sistema norteamericano, nos explicó el historiador) y juzgaban a sus pares.

Ellos debían consultar a un "konsulant" o consejero jurídico que era un jurista profesional. En los temas de brujería, esta labor correspondía al Hexenkommissar, esto es, al comisario -esto es, enviado- en casos de brujería.

El comisario enviado por Colonia a Rheinbach se llamaba Franz Buirmann e hizo de las suyas.

Nuestro conferencista explica que tanto Buirmann como algunos pequenos escribanos que tomaban notas de los juicios ganaban diez veces más con los procesos por brujería que con los casos ordinarios que deberían tratar.

De manera que un grupo de tres personas, encabezados por Buirmann, comenzaron a efectuar procesos por brujería cotra distintas personas. Primero, personas pobres; pero que tenían relaciones con las personas más ricas que eran su objetivo final.

Se trataba de una clase no sin medios, pero tampoco la más rica, que pujaba por subir y quedarse con las fortunas de la gente más acaudalada.

Lo que lograron los tres. Y esto, incluso, en el caso de una ciudadana rica de la ciudad a la que acusaron de brujería y murió durante el interrogatorio, llegó a tanto que -el autor citado- dice que, después de la muerte, Buirmann y sus conjurados fueron a su casa y robaron dinero y joyas.

En suma, se trataba de acusar de brujería a personas ricas -manipular a los juces legos para ello- para así quedarse con la fortuna de la persona acusada y, ganar las costas del juicio, que eran mucho mayores que las de los casos judiciales ordinarios.


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