viernes, 10 de enero de 2014

Lamentos de un sacerdote


En días pasados, un sacerdote alemán cuya prédica escuchaba se quejaba de algún laico que consideraba saber mucho.

El laico decía que no sólo era pecado divorciarse y volverse a casar, sino ya divorciarse era un gran pecado. El sacerdote le explicaba que no que a una persona divorciada él le podía dar la comunión (en las circunstancias normales aplicables a toda otra persona, obvio). El laico le decía que no era así y esto no era así porque simplemente no era así.

El sacerdote comentaba que este era un curioso argumento de autoridad...

4 comentarios:

AleMamá dijo...

Parece que ese sacerdote no ha leído el pasaje del Evangelio (Mateo 5,32) que dice:

Desgraciadamente hay consagrados que lucen una ignorancia -o una cobardía, más bien- en que los laicos debemos hacer algo, con todo el respeto del mundo, para que brille la Palabra del Señor tal como la pronunció.

Saludos

AleMamá dijo...

Chuta, Marta, que has puesto difícil comentarte. No sólo hay que escribir las claves que da Blogger sino que hay moderación de comentarios.
¿Tan malos están tus trolls?

En éste he debido escribir:
401 96393564

Que pase la mala racha

Marta Salazar dijo...

Lo siento... los usuarios espanoles me han obligado a ello... Cualquier cosa que te cuente es poco para lo que escriben...

Marta Salazar dijo...

no entiendo el comentario... ni la cita al Evangelio...
Yo estoy de parte de mi amigo el sacerdote católico