domingo, 12 de enero de 2014

La senora mal humorada...


Hoy, al iniciar la misa, el joven cura hablaba del bautismo y decía algo así como que hoy lo recordaríamos, que recordaríamos nuestro propio bautizo... (en alemán, para bautismo y bautizo se usa una sola palabra: Taufe).

No puedo repetir las palabras exactas, porque estaba concentrada en el contenido de lo que decía; sin fijarme en las palabras exactas... No sé si les pasa que muchas veces, saben de lo que alguien está hablando; pero, de ninguna manera podrían repetir lo que la persona dijo literalmente.

De pronto, una senora que había llegado tarde y estaba molesta porque no le habían dado el asiento (pudiendo haberlo hecho)... Una senora mezcla de Margot Honecker y Hildegard Knef y que no había pedido por favor que le hicieran un hueco en el banco, sino que se había puesto al lado de una conocida mía de forma poco amable... Por lo que mi conocida simplemente no se había corrido para darle el asiento, según me contó después.

Esta senora había terminado sentada junto a nosotros, en la primera fila (llegamos justo antes de que empezara la misa y no había más puestos libres, salvo en la primera fila, frente al altar) al escuchar lo que dice el sacerdote sobre el bautismo, simplemente lo interrumpió y le dijo con voz muy fuerte que no nos podemos acordar de nuestro bautizo, porque éramos bebés... PLOP

Esto no lo dijo como chiste, ni con una sonrisa, ni con expresión agradable, sino con rabia, como diciéndole al sacerdote que él es un tonto por proponer que recordemos nuestro bautizo.

Es evidente que la proposición del sacerdote hay que entenderla en sentido literario, retórico, figurado... Uds. -personas inteligentes- entienden lo que alguien quiere decir cuando propone recordar momentos del pasado como nuestro bautizo o bien que ocurrieron antes de que naciéramos... Por ej., yo el 10 de enero recordé el nacimiento de mi abuelita, pese a que, como se pueden imaginar, no estuve presente en ese momento...

Pero la vieja (de esas que tienen la mandíbula inferior hundida en la superior de todo lo que rechinan los dientes por la noche y también de día, por su rabia permanente) tenía que decir algo desagradable para descargar la rabia que tenía porque no le habían dado el asiento y quién sabe por qué otras razones...

El sacerdote (alemán), la miró, esbozó una sonrisa contrariada y siguió hablando...

Apuesto lo que quieran que el sacerdote polaco de nuestra parroquia le habría hecho una broma y habría así salvado la situación y tal vez, mejorado un poco el pésimo humor de la senora...

Como antecedente adicional acerca de la senora... tan mal humorada estaba que, al momento de dar la mano y desear la paz, permaneció inmóvil... Harto le habría servido reconciliarse con sus prójimos mediante un amable saludo pacífico... pero esto debe ser mucho para ella...

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