jueves, 16 de enero de 2014
La muñeca voodoo en Cuba
Después del post "Nuestros años verde olivo": el Muro, en que me refiero a lo que Roberto Ampuero vivió en la universidad de La Habana. entre estudiantes que, teóricamente, habían abandonado la época de la superstición y habían entrado en la era científica, marxista-leninista, por supuesto, me siento identificada con él, por aquello que conté que había vivido yo en Alemania en el post La religión de Yoruba
Resulta que el autor se dirigía a la facultad donde había empezado a estudiar literatura. Se encontró en el suelo una muneca con alfileres... Algo que hace reir a tanta gente en mi país y que mi generación conoció viendo -de ninos- "Sombras tenebrosas" donde, recordarán que Angelique (la rubia de la Martinica que, en realidad, no podría haber sido rubia...).
Recuerdo que una amiga mía (que conste que de las Ursulinas) clavaba alfileres en alguna muneca que ella identificaba con alguna de sus profesoras (de preferencia, alemanas ya de cierta edad) esperando que la causaran algún dolor, jajaja. Esto con que nosotros jugábamos de ninos, y que habíamos conocido en las películas o series norteamericanas, parece que es algo que está más presente de lo que una puede creer en nuestra época...
Llegando a la sala de la universidad, pocos minutos antes de que empezara la clase, Roberto Ampuero elevó la muneca a la vista de todos. Si eso hubiese pasado en Chile, me consta que todos se abrían reído y hecho numerosos chistes sobre el tema. Supongo que eso es lo que el estudiante chileno pensó que ocurriría...
O al menos, si realmente no creyeran en el tema, habrían reaccionado con indiferencia o incluso desprecio por lo que significa creer aún en el voodoo... Yo habría pensado que asimismo, es terrible que haya gente que quiera hacer dano a otra, aún sin lograrlo, mediante brujería... o magia, como quieran llamarlo.
Pero no, los estudiantes cubamos ATEOS y marxista-leninistas... en vez de mirar a la muneca como un resabio de un oscuro pasado de superstición, se aterraron al verla... Y le gritaron: "Chileno, deja eso por lo que más quieras...!". Abandonando la sala atemorizados...
Después de unos minutos, entró a la sala de clases vacía un estudiante muy revolucionario quien le advirtió nuevamete: "por lo que más quieras, con eso no se juega". Ampuero le preguntó si creía en eso... El estudiante le aseguró: "por supuesto que no". Recalcó que él era marxista-leninista; pero "deja eso, chileno, nos puede hacer dano a todos". Ante esta respuesta sólo puedo comentar: PLOP.
El estudiante cubano sacó un panuelo de su pantalón a guardó dentro de él la muneca sin tocarla, "evitando el contacto directo con ella". Después de un rato, los estudiantes cabisbajos comenzaron a re-entrar a la sala de clases.
Todo esto lo cuenta Ampuero en las págs 134 a 136 de su libro, tengo la primera edición en Debolsillo, de 2012.
Más adelante, les contaré algunas cosas que he sabido acerca de la comunidad cubana en Alemania...
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