viernes, 17 de febrero de 2012

Miradas y sonrisas

Esta historia está dedicada a M Eugenia Lopez-H @meugenialopezh, por un diálogo que tuvimos hoy en la manana en Twitter;)

El martes, estuve con una amiga procedente de un país musulmán del Asia occidental, en una heladería de la ciudad (la única que está abierta, ya que aquí estamos en pleno invierno).

Las heladerías en Alemania son llevadas, en su totalidad, por ciudadanos italianos que pasan en Alemania el verano y en Italia, el invierno. Los de esta heladería parece que regresaron antes a Alemania...

Los tres italianos de la heladería no son de lo más buenos mozos; es más, uno de ellos es muy feo (el que mejor se ve es italiano y argentino); pero... sonríen... y miran con mirada benevolente... a sus clientes...

Es cierto que se puede pensar que sólo quieren vender y por eso, sonríen. Pero creo que es imposible mantener la sonrisa y la mirada benevolente y de complacencia (por ej., hacia los ninos) durante tanto tiempo. En forma permanente.

Con mi amiga, concluímos que lo que hace bonita a la gente, lo que hace que los hombres se vean bien, es precisamente la sonrisa y la mirada amable.

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