lunes, 14 de noviembre de 2011

La parábola de los talentos no se aplica a las mujeres

Al publicar este post: ¿Qué hacemos con nuestros talentos? recordé la conversación que tuve, hace no mucho tiempo, con el papá de un amigo. Yo, a veces, no sé dónde vine a dar... porque en este país, la gente tiene unas ideas que, en mi país, no dan ni siquiera para ser consideradas del siglo XIV.

Estábamos conversando amablemente -siempre hay que conversar amablemente- cuando él, comentando las carreras de sus hijos e hijas, me dijo que los hombres habían estudiado carreras más difíciles y él se los había exigido (nunca tanto, sólo economía y derecho); pero las mujeres, no, porque "total, ellas después se casan y necesitan algo que les sirva para cuidar a los ninos y atender a su familia".

Son esos momentos en que yo realmente no sé dónde vine a parar... Le dije que yo no pensaba así, que a cada uno de nosotros -incluyendo a las mujeres- Dios nos había dado una serie de talentos y nos pediría además, cuenta del uso que hayamos hecho de ellos. Que cada uno, cada una, tenía que aprovechar al máximo sus talentos, sus aptitudes, etc. etc.

Los que hayan debatido con viejos alemanes se imaginarán que mis palabras le entraron por un oído y le salieron por el otro y que no me respondió. Continuó hablando como si no hubiera escuchado lo que yo le expliqué.

A veces, no hace falta gastar saliva con algunas personas, sobre todo, cuando viven -en el mejor de los casos- en el s. XIV.

1 comentario:

Ludmila Hribar dijo...

Jaja y decimos que por aqui son machistas!
Si bien Marta hay mujeres que no "trabajan" (fuera de su casa;) y utilizan muy bien sus talentos criando a sus hijos. Es un tema de libertades y posibilidades (y no cualquiera puede hacerlo); y ademas a cualquier madre le hace bien salir un poco de casa;) y si tambien fuera de su casa puede utilizar bien sus talentos tanto mejor!
Pero eso de que no tengan las mismas posibilidades para estudiar? es de otra epoca verdaderamente. Pobre señor aleman!