Estas historias ya las conté en Twitter y me constaron varios unfollows, lo que -como pueden imaginar- me da lo mismo;)
Me voy a comprar un auto nuevo, deportivo, último modelo y luego le pasaré la cuenta a los vecinos; si alguno de ellos no me la quiere pagar, lo acusaré de poco solidario.
La segunda historia, más actual, aún.
Tengo ganas de comprarme un reloj que venden en la joyería de mi pueblo, es de oro y rodeado de brillantes. Lo voy a comprar y después conminaré al relojero a que pague él la cuenta... si total, él ya ha ganado conmigo, porque le acabo de comprar una de sus piezas más caras.
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