sábado, 24 de septiembre de 2011

No vayas a con los protestantes

Resulta que -como vimos en El Papa en el convento de Martin Luther- ayer, Benedicto 16 participó en el servicio religioso realizado en el convento de Lutero, en Erfurt. Los invito a ver los hermosos videos integrados en el enlace anterior.

Recuerdo que a mi amiga Claudia, procedente de un país de Sudamérica y casada con un luterano alemán y practicante, hace no muchos anos -en tiempos de Juan Pablo II- una amiga espanola en Alemania le recomendó no asistir nuca a la iglesia evangélica acompanando a su marido. Mi amiga le dijo que ella igual iba a misa, pero algunas veces, además, le gustaría acompanar a su marido.

La sra. espanola le explicó que si ella iba a la iglesia evangélica, "participaría" en un acto protestante y que eso, para un católico, estaba prohibido.Y la amonestó a que no asistiera.

Pues bien, no sé qué dirá ahora la sra. cuando vea que el Santo Padre no sólo participa en liturgias protestantes, sino que acude al mismísimo convento de Lutero.

Yo no sé si ella no sabía que Juan Pablo II -para horror de muchos sepulcros blanqueados- desde un comienzo de su pontificado asistió a servicios religiosos con los evangélicos. Tampoco sé si llamar a esto ser más papista que el Papa y reírme o llamarlo de otra forma...

3 comentarios:

esteban lob dijo...

Hola Marta:

La intolerancia religiosa es un espanto en nuestros tiempos.

Como sabes, en Chile al Tedéum de Fiestas Patrias, concurren a la Catedral de Santiago junto al Pdte. de la República y autoridades, representantes de todas las religiones, incluyendo musulmanes y judíos, haciendo cada uno de ellos invocaciones cortas por la patria, antes de la homilía del arzobispo

Un beso..

AleMamá dijo...

No es un tema sencillo. Desde luego, uno no se va a cambiar de religión por asistir a un culto protestante, menos aún si lo haces por razones sociales, por amistad, de asuntos sociales.

La dificultad que le veo como católica es más bien por los débiles en la fe, los que no conocen bien lo que dicen creer, cosa bien común en mi Iglesia, lastimosamente, y para ellos podría parecer, como de hecho les parece, que cualquier religión da lo mismo, que son intercambiables, y eso sucede mucho con los evangélicos de este lado del mundo, en que no están bien definidas las diferencias entre sus congregaciones que son MILES, y no exagero. Cualquiera que tiene audacia, bla-blá, algo que le ha tocado especialmente el espíritu, y dos seguidores, funda su iglesia, le saca un reconocimiento civil y vamos andando,haciendo prosélitos y ganando plata. Han permeado mucho la religiosidad y en lugares de menos cultura la cosa es difícil de determinar ¡imagínate lo que será explicarles la diferencia, la tolerancia, el "ceder sin conceder con ánimo de recuperar" de san Josemaría Escriva! si hasta escribirlo acá me suena a políticamente incorrecto.

En resumen: el punto está en evitar equiparaciones e intercambios con mucha nitidez. Espero que se entienda algo el enredo que he armado.

Marta Salazar dijo...

gracias querido Esteban! Es bueno que sea así, el ecumenismo es bueno y... querida Alemamá, el ecumenismo es QUERIDO por la Iglesia católica, no tolerado como un mal...

yo no le tengo miedo a la libertad de las personas, ni pienso que las personas son débiles y hay que protegerlas;

con esta prohibición, lo que habrías provocado es un divorcio y no una conversión.

No son "religiones", las religiones son el cristianismo, el Islam, la religión hebrea... son confesiones ;)

Tú crees realmente que si le prohibimos acompanar a su marido, algunas veces, no caerá en la tentación de cambiar de confesión?

fíjate que a la Claudia, no se le pasaría por la mente cambiar de confesión... Pero hay como un miedo, especialmente de parte de alguna gente, a todo... Ven primero "los peligros" antes que las posibilidades.

La I evangélica en Alemania tiene cinco siglos de antigüedad, no es comparable a lo que tú describes y que afecta más bien a sectores con menor cultura en países de Hispanoamérica.

Sabes lo que habría hecho? Le habría pasado el Vaticano II (Claudia ya lo había leído) y el libro de Jutta Burggraf sobre el ecumenismo.

Y, si supiera que necesitaba ayuda, la habría ayudado, estudiando con ella... y, como decía santo Tomás Moro, le habría recomendado que leyera la Biblia y la estudiara super bien,

qué te parece? no es esto mejor que prohibir?

Un abrazo a los dos