Para terminar el tema de las egnes (que importan tanto a los espanoles, pero no la X de México), me quedo con la opinión de dos amigos y damos vuelta la página (espero...):
De Ángel Moreno (creo que ya no tiene blog): "con respecto a los de las egnes (eñes). Yo no voy a ir al cielo o dejar de ir si escribo burro con b o con v, o si me equivoco en los acentos, o si escribo con ñ o no. Iré al cielo, en ello estoy, por mis actos, bueno y otras cosillas más, jajaja".
Y de Tere (RE-CORTITOS): "Yo también prefiero y hasta lucho porque el español se escriba correctamente, y entre las cosas que exijo está la Ñ. Sin embargo, aunque me "salta" a la vista cuando veo una palabra sin Ñ, tampoco lo tomo como para molestarme y mucho menos enojarme -es malo para mi salud-. Por desgracia, hay muchísimas cosas más importantes que estarme enojando, discutiendo y generando enemistades y energía negativa por una simple letra del abecedario. Considero que a veces nos falta un poco de comprensión para con los demás. Yo viví un tiempo en Canadá, donde el teclado no tenía Ñ y lo pasé difícil para adaptarme y me quitaba mucho tiempo andar buscando las opciones para poder escribirla. Yo disponía de ese tiempo para hacerlo porque no trabajaba, pero no todo el mundo tiene el mismo tiempo".
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