miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una familia ejemplar

Familia de cinco hijos. Papá profesor, mamá dueña de casa. Una familia ejemplar, celebraban juntos, cantaban juntos, iban juntos de paseo juntos, vivían los "ritos cristianos", iban a la iglesia (bíblica) todos los domingos. La familia ideal, una heilige Familie, como le llaman aquí a estas familias perfectas... sin problemas, con mucha alegría y risas.

Pero... con un secreto... del cual surge necesariamente otro secreto; sí, no sé si se han dado cuenta que un secreto llama a otro secreto.

El papá había iniciado una relación homosexual con el párroco católico del pueblo vecino. Se querían mucho. Ambos eran muy amigos. Alguien podría haber creído que se trataba tan sólo de un contacto ecumémico.

La sra., la mamá lo sabía y no tenía nada en contra, lo aprobaba.

El párroco era muy popular en su parroquia, donde tenía una suerte de "nido" de familias que formaban su "círculo de amigos". Todos los que vivimos en Alemania conocemos el tema del favoritismo... sabemos cómo funciona.

Al cumplir los 11 años, el chico fue enviado a pasar unos días de vacaciones a la casa del párroco, para que lo ayudara con el pesebre (belén, en España) y... durante la noche, el cura se aprovechó de él, con penetración... esto último sí que es de grueso calibre.

El chico baja las notas en el colegio; pero no cuenta nada a sus papás. Ellos tampoco preguntan. En estas familias, se vive, generalmente como si todos fuéramos ángeles...

A las vacaciones siguientes, lo envían de nuevo donde el señor párroco y nuevamente abusa de él.

El chico sigue mal en el colegio, pasa días enteros encorvado en su cama.

Esta vez le cuenta a su hermano mayor. El hermano se lo cuenta a su mamá, la mamá al papá (sabido es que en Alemania -y más todavía en estos sectores conservadores- las mujeres no tienen mucho que decir).

El papá llama al párroco. Él acude, reconoce todo, pide disculpas. Los papás no lo denuncian, pues significaría para el padre la pérdida de su trabajo y con ello, la fuente de alimentación de la familia.

No se ven más.

Pasa el tiempo -los años y los cinco hermanos crecen; y los hermanos van alcanzando la mayoría de edad, los 18- la hermana del chico le dice que ella hizo una denuncia por abusos en contra de ella y lo propone a él que también la haga.

A diferencia de muchos, que no se atreven, él oye a su hermana y lo hace.

2 comentarios:

Rula Mama dijo...

Pobrecito!! Qué triste, cómo alguien puede aprovecharse de un niño, que es indefenso?!???!
No puedo creer que los padres no hayan hecho nada!!! Mataría al cura y a los padres!

Marta Salazar dijo...

sí, así es... tampoco lo puedo entender, no puedo entender tanta maldad y tanta estupidez!
tampoco puedo entender que algunos nieguen lo que ha pasado!

Si Jesucristo viniera hoy, se pondría de parte de las víctimas y no de los victimarios!

Besos!