Un post de Alemamá me hizo pensar en él. Ya mayor (de edad, para mí, indefinida, entre 55 y 75, soy mala para calcular la edad), lo veía en el pueblo, por la calle y los domingos en la iglesia (católica).
Con mi hilaridad habitual, lo bauticé como "el embajador de Nicaragua", porque, en realidad, se parecía a un sr. que vi alguna vez en los edificios donde vivía un amigo, y que me contaron que era / había sido (no sé) embajador de Nicaragua.
De pelo muy negro, ya canoso, de test muy morena, bajito, flaco y vestido de una manera inusualmente muy formal: siempre con chaqueta y corbata, incluso los domingos o más bien, especialmente los domingos, para ir a misa. Siempre solo... Alguna vez lo vi en su casita, en el pueblo, por casualidad. También solo...
Un amigo argentino lo invitó a su cumpleaños, al que no pude asistir; pero otros amigos me contaron que habían hablado con él y era español. Claro, el típico guest worker que, por alguna razón, no regresó a su país, cuando empezó el boom (que ahora sabemos, era sólo una burbuja), pensé.
Tiempo después, le pregunté a mi amigo argentino (el del cumpleaños) si sabía algo de él. Me dijo que se había suicidado... Lo habían encontrado colgando en su casa... Terrible. Le pregunté más sobre él. Me contó que había estado casado con una alemana; pero que se habían divorciado.
Mi amigo no sabía más de él... pero claro, seguí pensando, en esa soledad en que se lo veía deambular por la calle. Pobrecito.El artículo de Alemamá que me hizo recordar al pobre sr. espanol que vivía en Mehlem es: He conocido a 2 suicidas....hoy conozco 3 La verdad es que no se puede decir que yo lo haya conocido...Sólo lo vi por la calle...
5 comentarios:
¡Qué tristeza, Dios mío! pensar que muchas veces podríamos alviar cosas como la soledad dura, esa que ya no espera nada y no lo hacemos por "prudencia", prejuicios, falta de tiempo y mil cosas más. Lo pondré en mi lista de intenciones para la misa. Definitivamente entre los suicidas que he conocido que son más que tres... estuve sacando la cuenta y son 6 seguros y uno que hay dudas. Se trata del hijo de 12 de mi primo que se disparó en el corazón luego de un castigo por malas notas. Era precioso....y el médico legista le dijo a mi pariente que el chico no tenía la adrenalina que satura a los suicidas; de ahí nos quedó una duda de consuelo.
Saludos, gracias por citarme, pero me dejaste triste.
Qué cruel es la soledad!!!!!!
La enfermdad más terrible que puede padecer el ser humano y que se podría aliviar facilmente y que muchos no saben, no quieren o su entorno no le ayuda.
Y yo me pregunto qué podemos hacer cada uno de nosotros? Seguro que mucho, pero estamos muy acupados y absortos en nosotros mismos.
Salgamos de casa cada día buscando aliviar la soledad de alguien. Una sonrisa, una frase amable, algo... no sé... Busquemos mejorar nuestro entorno.
así es... pero la soledad depende siempre de dos personas... tratemos de no alejarnos de la gente, mientras más interactuemos con nuestros semejantes, menos soledad...
lo de suicidarse por malas notas, es también algo que se da aquí... pensemos también en lo que exigimos de los hijos...
creo, con Cleira que podemos proponernos, día a día, buscar aliviar la soledad de alguien :)
Un abrazo a las dos y gracias por los comentarios... y por los rezos, querida Alemamá
Hola, Marta
Debo dar gracias pues nunca he estado sola; aunque no esté alguien conmigo en casa, me siento siempre acompañada. Mi familia vive lejos, pero cuento con ellos, cuento con mis hijos y con mi esposo.
Por fortuna no he conocido a suicidas; me sentiría muy mal si un vecino o conocido, se quitase la vida por la amargura de la soledad.
Tu escrito me ha hecho reflexionar.
Un enorme abrazo
Que pases un maravilloso fin de semana
Hola rud!
sí, sin duda, la gran mayoría de los suicidas sufren una depresión... y se suicidan en un momento en que no ven otra salida;
por mi experiencia, los depresivos se aislan ellos mismos; el aislamiento, pienso -que me corrijan los expertos- es, en la depresión sistémica, un fenómeno causa-efecto del aislamiento.
Recuerdo que hace tiempo, estaba conversando con una amiga que sufría una depresión (después de esto, pasó seis meses interna en una clínica; luego se casó con un extranjero, se fue de Alemania y se le acabó la depresión => típica depresión sistémica), le dije (las dos llorábamos) que la necesitábamos, que era una excelente amiga y que tenía que curarse.. modestia aparte, creo que mis palabras -totalmente sinceras- sí la ayudaron a salir...
Pienso que tenemos que tener las antenas muy paradas, para ayudar a los demás; aunque a veces es difícil... yo tengo ua vecina que estoy segura que tiene una depresión; pero ella "no me deja entrar", por así decirlo, de manera que no puedo hacer nada más...
Sigamos pensando, besos!
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