Conde francés, casado con una condesa alemana, ambos de entre 50 y 60, matrimonio armonioso y feliz.
Él nos contó que, cuando se casaron, la familia francesa no dió su "bendición" al matrimonio de su hija, por tratarse de un alemán...
Les costó mucho aceptarlo y a ellos les costó mucho luchar contra la familia francesa.
Gracias a Dios, ya estamos en el s. 21 y podemos decir, que esto pasó en el siglo pasado... Ojalá, ojalá que no ocurra en el 21.
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