Amiga española me comenta:
"Desde que leí Conocerse y comprenderse: una introducción al ecumenismo", de Jutta Burggraf, le tengo cariño a los preotestantes".
Sólo puedo decir, "más vale tarde que nunca". Y también: le habría bastado leer el Vaticano II y el Magisterio de la Iglesia, para darse cuenta de que... hay que conocerse para comprenderse y comprenderse para amarse.
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