jueves, 26 de agosto de 2010

Hablar mal


Estimados amigos: después de escribir este post, El increíble funcionamiento la estructura social de los 33 mineros en la mina de Copiapó, recordé una vez más lo que me contaba una amiga alemana -una persona de un gran corazón y buenísima-.

Ella se había cambiado de ciudad y quería participar en la vida social y política, así que entró a las "mujeres demócrata cristianas" de su nueva ciudad. Su familia es históricamente CDU... de la época de Adenauer, miembros fundadores y todo eso.

A las pocas semanas, organizaron un viaje a Berlín (de esos pagados con el dinero de los contribuyentes) y al volver me comentó: desde que nos subimos al bus, fue sólo un hablar mal de las demás. Criticarlas agriamente y no dejarles nada bueno. Dependiendo de con quien estuvieras -me decía- era de quien hablaban mal -de las que no estaban presentes en ese momento, claro-.


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