La semana pasada, un "intelectual", escritor del '68 medio defendía (el artículo era bastante confuso) en el "Artes y letras" de un diario importante a los colegios de la llamada pedagogía reformada (nada más distante de la pedagogía de los jesuitas y de los benedictinos alemanes), que no se han visto libres de escándalos por abusos sexuales. Muy por el contrario, el emblemático colegio de esta pedagogía reformada, la Odenwaldschule ha sido delatada como uno de los mayores antros de abusos sexuales de menores de edad, en Alemania.
El "intelectual" sostenía algo así como que "estas experiencias sexuales abusivas son parte de la experiencia educacional" y otras barbaridades. Claro, como han sostenido, desde comienzos del s. 20 que el ser humano tiene que ser educado integralmente y esa integralidad envuelve también la sexualidad... parece que las orgias practicadas dentro del colegio, bajo el manto de la educación reformada, el amor libre y no sé qué más no dejaban nada a la imaginación... Los insiders nos han contado de orgias bajo la ducha entre profesores y alumnos...
En fin, a lo que voy es que este escritor intelectualoide sostenía que muchas veces, eran los niños quienes buscaban el amor, el cariño, la comprensión, la amistad que no habían recibido en su familia, de sus padres, en los adultos que encontraban en el colegio. Cuidado, no se puede sostener que la víctima es culpable, como tantas veces se ha hecho en la historia...
Les contaré una historia de la que fui protagonista. No hace muchos años, yo entrenaba niños en tiro al arco (es que disparo bastante bien, incluso tengo algún trofeo). Una familia comenzó a venir a entrenar a nuestro grupo. Papá profesor de Gymnasium (muy gordo, olía... que tenías que taparte la nariz ya cuando estaba a metros de distancia y usar máscara si estaba a tu lado), mamá, de un país del Este, la típica rubia que les encanta a estos viejos alemanes y que, probablamente, llegó a Alemania a través de un catálogo... llegó con su hija.
Y de ella les quiero hablar. Yo sabía que la niñita (y también la mamá) tenía muchos problemas de todo tipo con el papá... La chica (tendría 11, más o menos), pobrecita, comenzó a acercarse a mí (instructora de deporte) buscando algo más... me abrazaba... Hablé con la mamá (no le conté abiertamente lo que yo había visto en su hija, sino que quise antes saber qué pasaba en la casa), la mamá se desahogó conmigo y me contó el infierno que vivía con su marido...
Lo único que quiero decir con esto es que, estas personas con tendencias pedófilas buscan precisamente el trabajo con niños (en clubes deportivos, hogares, internados), buscando la ocasión de aprovecharse de ellos. Y sus "mejores víctimas" (aunque no las únicas) son niños que están sufriendo por algo y que buscan consuelo, cariño y comprensión. O que, por alguna razón, no pueden hablar abiertamente de lo que ocurre. Tal vez no saben lo que ellos mismos sienten y por eso, sus señales a los adultos pueden resultar equívocas. Si entre los entrenadores hay algún fresco... se imaginan. Ha pasado ya muchas veces...
sábado, 3 de abril de 2010
Los entrenadores deportivos, las orgias bajo la ducha, los abusos sexuales en niños y de cómo las víctimas NO son culpables
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