Nos lo han advertido tantas veces, se los advierten a los niños cada cinco minutos, en la radio, en las revistas, en el colegio, los papás (?); pero hay algunas que caen:
Alumna de 15, de una colegio católico y de elite, de niñas, conoce en una red social alemana a un chico que dice tener 21 años. A mí me parece que esta diferencia de edad, a esta edad, NO es buena... Pero, después de todo, en la sociedad burguesa en la que ha sido educada -y según Knigge- la mujer tiene que ser menor que el varón.
Él le pide el teléfono y ella se lo da; sin conocerlo personalmente y sólo sabiendo que tiene 21 -si es que es verdad- y que es una personalidad escondida tras un nombre en una red social, como digo alemana, esto es, no es Facebook. Por supuesto que eso no se lo cuenta la chica -bien desarrollada, es lo que en Alemania se llama frühreif, y que piensa preferentemente en un tema: los hombres- a su mamá, ni a su papá.
Diviso a su papá, mal estacionado a la salida de la escuela de ballet, esperándola... O sea: él no permite que la chica se vaya en bus a la casa, a las 6 de la tarde, cuando está claro aún; pero, no sabe que su hija le dió su número de celular a una persona -probablemente de sexo masculino, es lo que él dice- que asegura tener 21 y a la que ella no ha visto en su vida.
PLOP!
domingo, 28 de marzo de 2010
Contrasentido
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