Más de Alfas y de Gamas

A propósito del llamado síndrome de Bernard Marx, les cuento lo que pasó hace no mucho tiempo en "mi pueblo".

Los hijos de amigos extranjeros en Alemania (pero de nacionalidad alemana), provenientes del Sur de América, jugaban con sus vecinitos, igualmente alemanes, pero de papá africano y por tanto, mezcladitos (niñitos preciosos y super clever y buenos de corazón).

Unas casas más allá, llegó una familia de otros alemanes del extranjero, procedentes de Rumania (también de nacionalidad alemana), de pelo y ojos oscuros, más morenitos que mis amigos americanos.

Los niños rumanos comenzaron a jugar con los hijos de mis amigos y -como era de temerse- con los hijos medio africanos.

Pocos días después, los rumanos hicieron una visita a mis amigos y les dijeron que ellos estaban felices de que sus hijos jugaran con los hijos de mis amigos (después de todo son más "claritos" que los niñitos rumanos, digo yo, donde color claro = alfa); pero no querían -y por eso habían ido a hablar con ellos- que jugaran con los "niños negros".

Se pueden imaginar lo que le dijeron mis amigos...

A partir de entonces los bernardianos rumanos no jugaron más con los Alfas, hijos de mis amigos, todo para que no se juntaran con los delta (según ellos) de los niñitos mitad africanos... En definitiva, no jugaban con nadie, ya que frente a la casa, vivían, en ese entonces, sólo ancianos...

Supongo que todos leyeron en el colegio "El Mundo Feliz" de Aldous Huxley.