Queridos amigos: si una persona de origen extranjero o alemán del extranjero (nacido, crecido o vivido en el extranjero) se queja o simplemente critica a Alemania y los alemanes (mientras más alto en la escala socio-cultural, al menos según mis observaciones, más espíritu crítico), lo peor que una -como extranjera- o un alemán, una alemana, puede hacer es decirle algo así como:
"Tú estás mal, Alemania es un país maravilloso y los alemanes son los mejores del mundo, deberías dar gracias por estar aquí y estar tremendamente agradecida a los alemanes de que te hayan aceptado (generalmente, con reservas) entre ellos".
Me veo enfrentada a este tipo de comentarios con frecuencia. Pienso que hay que aceptar a la persona en su crítica, en sus sentimientos, en su tristeza, en sus observaciones. No negarlas (la mayoría de las veces tienen una buena razón) y empezar desde ahí a construir. Para que la persona se pueda sentir bien en este país, pese a todos los déficits que observa. Y pueda contribuir, con su crítica constructiva a hacer una sociedad mejor.
Lo que nunca se puede decir es: "Tienes que empezar a comportarte como un alemán o como una alemana". Esto lo han intentado algunos/as que yo conozco y los resultados no son buenos, ni para la propia persona (una conocida mía terminó en el hospital, con problemas psíquicos), ni para su entorno. No, cada personas es única y no se le puede pedir que niegue sus raíces, su forma de ser, sus creencias (el marido de una amiga le prohibía ir a misa... terminó en divorcio), sus sentimientos.
En un mundo globalizado -que es lo mejor que nos ha podido pasar- cada persona puede ser ella misma, hoy, debería imperar en todo el orbe, la máxima: "Sé tú", "sé tú misma/o".
Entre paréntesis, los más críticos de la sociedad alemana son los mismos alemanes que han vivido o nacido o crecido en el extranjero. Más que los mismo extranjeros en Alemania, tal vez porque este grupo comprenda aún mejor a la sociedad alemana.
4 comentarios:
Hola!
Te leo en silencio desde que te descubrí en el concurso de blogs de 20 minutos. Como verás si pinchas en mi enlace, soy un español que vive en Viena.
Estoy de acuerdo contigo en muchos sentidos. Particularmente en el de que todos debemos esforzarnos por ser nosotros mismos (yo creo que la naturalidad es fundamental para ganarse el respeto de los que yo llamo con cariño "los aborígenes") sin embargo, creo que también es bastante importante tratar de comportarse, en lo posible, como se comportan ellos; sin perder de vista las propias raíces, claro. Mi experiencia es que las críticas se aceptan mejor cuando la gente ve que tratas de adaptarte y de integrarte.
Por otra parte creo que intentar ser lo más austriaco posible también me ha ayudado mucho a aprender a amar el país en el que vivo.
Yo he criticado (y critico) mucho a los austriacos -mi blog es la prueba escrita de ello- pero no he tenido malas experiencias al respecto. Procuro, eso sí, criticar desde el respeto y, sobre todo, desde el sentido del humor.
Dicho todo esto, felicidades por tu blog, que me parece muy interesante.
Un saludo muy cordial desde el sur
Gracias por tu mensaje querido Paco!
sí, "criticar desde el respeto y, sobre todo, desde el sentido del humor", eso es lo mejor y tener también un gran sentido de la autocrítica :)
Voy a incluir tu blog -no te conocía!- en mi blog roll :)
Un abrazo fuerte!
Hola Marta:
Te mando enlace a noticias que publicamos sobre la historia industrial de Alemania. Creo que puede interesaros.
http://minasderiosa.blogspot.com/search/label/Alemania
buenísimo el blog! un abrazo!
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