lunes, 16 de noviembre de 2009

Atreverse a hablar


En el bosque impera el temor y el miedo, porque se rumorea que el oso piensa matar a algunos animales, para lo cual habría escrito una lista.

Los animales están muertos de miedo y nadie se atreve a ir a hablar con el oso => comunicación interrumpida.

El venado se arma de valor y se presenta ante el oso. Le pregunta: "¿Es verdad que tienes una lista de los animales que vas a matar?"

El oso le responde lacónicamente: "Sí".

A la mañana siguiente, el venado aparece muerto.

El miedo-pánico se apodera de todos los animales.

El erizo de tierra se arma de valor y va a ver al oso: "¿Es verdad que tienes una lista con los animales que has decidido matar?"

El oso: "Sí, es verdad".

A la mañana siguiente, el erizo de tierra aparece muerto.

Todos tiemblan y se esconden en sus guaridas, sabiendo que, pese a ello, el oso los puede encontrar fácilmente y matarlos...

Al día siguiente, la liebre se atreve y apersónase frente a la guarida del oso. Repite la pregunta de sus fallecidos antecesores: "¿Es verdad que tienes una lista con los animales que has decidido matar?"

El oso vuelve a repetir: "Sí".

La liebre: "¿Podrías borrarme por favor?"

El oso: "Sí, claro, te borro".

El chiste lo contó la "maestra de ceremonia" del encuentro de mediadores del sábado en Bonn. Pretene poner de manifiesto lo importante que es la comunicación. Yo diría también que es importante atreverse y escoger bien la o las preguntas.


2 comentarios:

unjubilado dijo...

Tienes razón hay que comunicarse y además hacer la pregunta correcta.
Ejemplo : Los monjes de un monasterio rezan por la mañana, pero uno de ellos está fumando.
En esto que le dice otro : Yo le pregunté al Santo Padre el otro día si podía fumar mientras rezaba y la respuesta fue tajante, "no puedes hacerlo"
El que fumaba le dice yo también le pregunté al Santo Padre si podía rezar mientras fumaba y la contestación fue clara "si hijo mio, puedes hacerlo"
Saludos

Marta Salazar dijo...

ja ja, buenísimo! este chiste lo leí en un libro antiquísimo, hace tiempo, en "el alma de todo apostolado", desde entonces, fumo en todo momento, ja ja

Un abrazo querido Jubi!