martes, 13 de octubre de 2009

Estudiante en universidad española


Como conté esta mañana, en Ranking de universidades en el mundo, un link de Clausius (Meditaciones cuadrupolares) en FB, me condujo al ranking de universidades en el mundo.

Por supuesto que siempre hay que ver cómo se hace un ranking y qué se mide. Y considerar igualmente que los resultados por área no son iguales a los resultados totales. Además, el rendimiento o la exigencia no es lo único importante, la "formación del corazón" (Herzensbildung le decimos en alemán es igual o más importante que la enseñanza de una determinada materia).

El link de Clausius era a este artículo Las universidades españolas están peor valoradas que las chinas y al mismo nivel que las de Malasia, de un medio que desconozco... pero que me pareció lo suficientemente serio como para citarlo.

Me atreveré a contarles algo, que no les había contado, por temor a ofender a los lectores españoles; pero ahora que el mismo Clausius comenta el hecho...

Hace algún tiempo conocí a una joven alemana encantadora, de ascendencia polaca, de padres inmigrantes (o polacos de Alemania, no sé), que había ido al colegio en Alemania y estudiaba en una universidad alemana (una que no está en el ranking Top 200 world universities).

Estudia Romanistik (no hay link en Wikipedia en castellano) y decidió, gracias a Erasmus, estudiar un semestre en España. Hace su tesis de magister sobre un tema de lenguaje español, de manera que le parecía una buenísima idea adelantar su trabajo, aprovechando que tendría a su disposición la biblioteca de una universidad española, donde ella suponía, tendría abundante bibliografía a su alcance.

Partió a una universidad, de cuyo nombre prefiero no acordarme. Se inscribió en literatura y en derecho. De derecho, me dijo: fue el mayor de los desastres: clases frontales sin mayor participación por parte de los estudiantes que tenían que aprender todo de memoria y sólo de memoria; no estudiaban por libro, sino que bastaba con ir a clases y tomar apuntes, aprenderlos de memoria y recitarlos como loro. Una crítica bastante contundente. Me temo que sea la realidad de demasiados países hispánicos...

En la biblioteca, me contó... en realidad, nos contó, porque éramos un grupo, que no había podido adelantar nada, ya que libros sobre ese tema, de la lengua española, había muchos más en la biblioteca de su universidad en Alemania!!!

Eso sí, nos aseguró que los españoles eran muy amables y agradables. Yo pienso que, a lo mejor se puede hacer algo para mejorar las universidades... Se debería hacer algo. Porque está bien ser amable, pero también hay que ser buen/a profesional y trabajar bien. La formación de buenos profesionales, que trabajen bien y saquen a su país adelante es imposible -o, al menos muy difícil- sin buenas universidades.


2 comentarios:

Ludmila Hribar dijo...

El ultimo parrafo totalmente aplicable a nosotros.

Marta Salazar dijo...

a muchos... a crear consciencia entonces!

PS: después les cuento lo que me contó una estudiante de medicina del Este del país sobre los hospitales en Argentina :)