Hasta hace no muchos años, habría sido imposible -o al menos, no recomendable- que un político alemán, saliera riéndose en un afiche. Incluso, los consejeros de Kohl le aconsejaron al ex- canciller, cuando era canciller, que no se riera tanto, porque tenía fama de tonto, ya que, en Alemania de entonces (las cosas están cambiando, gracias a Dios y a la globalización!), se decía que "lo risa abunda en la boca de los tontos".
Gracias a Dios, Westerwelle se ríe, bueno, aquí sólo sonríe, es muy amable (me consta, lo he visto muchas veces live) y tiene una actitud respetuosa y amigable frente a los demás, incluso frente a quienes son sus más enconados rivales en la política.
Me pregunto por quién irá a votar la sra. que paseaba con su perrito :)
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