sábado, 19 de septiembre de 2009

El comisario "muy simpático"


Queridos amigos: ahora que estamos -una vez más (Amok incendiario en Ansbach - Dinamarca y Afganistán - Radares y misiles - Tobin , 20 personas fueron testigos del asesinato de Dominik Brunner y La muerte de Dominik Brunner)- con el tema de la violencia juvenil -y no necesariamente, porque haya aumentado, ya que las mismas estadísticas, lo desmienten- les quiero contar lo que ocurrió hace algunos años.

Vivía en un pueblo de la Voreiffel, donde la gente... el paisaje es muy bonito, pero Uds. no se pueden imaginar cómo son los hbtes. de esta región (no todos, claro, pero sí la gran mayoría). Y para que no piensen que estoy hablando demás, se los cuento.

En la plaza del pueblo, teníamos un grupo de chicos jóvenes que se reunía todas las noches. Claro, ¡si no los dejan juntarse en sus casas! Algo que me llamó poderosa y negativamente la atención desde que llegué a Alemania es que el pequeño burgués no acepta a amigos de sus hijos en su casa. Claro, papá tiene que pasarse la velada tomando cerveza frente al televisor y en esas condiciones, no hay lugar para amigos de los vástagos.

Devastaban el lugar, sacaban el basurero, el banco (único) de la plaza. En alguna oportunidad, a la luz del día, entraron con sus motonetas a la iglesia (también en la plaza), donde estaban abiertas las puertas de afuera, pero cerrada la reja de metal, de manera que se podía entrar sólo a la entrada del templo y la llenaron de C02 de sus motos; otra vez, entraron y usaron esta entrada de baño (hicieron de todo adentro). La consecuencia fue: cerrar la iglesia. Para mí, una consecuencia errónea o errada, no sé...

Resulta que yo fui a la plaza y... los fotografié. Envié las fotos, acompañadas de una carta a la policía.

A los pocos días, me llama un hombre que dice ser comisario (grado no bajo en la policía alemana) que me retó (regañó, para España), diciéndome que el día en que había tomado las fotos era el día de la salida de clases (y entrada a las vacaciones, no me acuerdo a cuáles, porque aquí hay demasiadas vacaciones escolares) y que ese día, "los niños tienen derecho a divertirse".

Ah! O sea que romper la propiedad pública es divertirse. La pagada con mis impuestos.

Y que "esos niños -me dijo- serían en el futuro Dr. iur.". Esto lo dijo porque yo soy Dr. iur. Se nota que era un resentido social.

Super desagradable, me di cuenta que con la policía, no íbamos a llegar a ninguna parte. Al menos no con la de Euskirchen. Hace poco hubo un escándalo policial, porque la policía de EU fue incapaz de encontrar a un violador que tenía una adolescente en su poder, pese a tener la patente de su auto, que le había entregado la policía de Bonn, cuando leí en el diario la noticia, no me extrañó. Tampoco me extrañó -tengo que reconocerlo con tristeza- que el violador haya vivido exactamente en este pueblo donde yo vivía y del que hablo en este post.

Sinceramente, la policía en Bonn, especialmente en Mehlem, me parece mucho mejor (es que aquí, hay mucho regionalismo) y, además, los tiempos han cambiado, para bien. Yo creo que, en general, después de todo lo que hemos vivido en lo relativo a la violencia juvenil e infantil durante los últimos años, ha remecido un poco a la gente. Espero que también haya remecido al pesadísimo comisario que me llamó por teléfono (probablemente, para que no quedara constancia escrita de sus palabras).

En algún momento de mi vida, conocí a una de las chicas que pertenecía a la tropa de destrozadores... pero eso, se los cuento después.

De ninguna manera pretendo comparar destrozar bancos de la plaza y convertir la misma en un basural con asesinar a alguien... como en el caso los teenagers de Solln, en München. No, pero es otro capítulo de la delincuencia juvenil e infantil. Y no sacamos nada justificando estos comportamientos, como "es que habían salido de vacaciones" o similares. No se trata de criminalizarlos (nunca lo haría), pero sí de ayudarlos -ya que se ve que sus papás no se las pueden con ellos-. No se los puede ayudar, si nadie hace nada.

La policía alemana, desde los años '80 a antes, tiene programas de prevención y se podría haber pensado en colocar a estos chicos en uno de esos programas o enviar a una pareja de policías (que igual visitaba el lugar donde yo vivía varias veces al día, porque vivía además, una persona importante) a la plaza por las tardes y/o noches, para hablar con ellos y enviarlos a sus casas... por ej. Claro que tampoco sabes nunca qué es lo que estos niños viven o sufren dentro de su familia. No hay que olvidar que la violencia engendra violencia ,también -o sobre todo- la violencia intrafamiliar.


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