sábado, 11 de julio de 2009

Totalitarismo de la extrema derecha: se invierte mucho dinero y no se saca nada


Tiempo después, en una fiesta, estuve conversando don una jueza (la fiesta estaba llena de jueces y de fiscales) que vive y trabaja en Brandenburgo (pero es "de este lado" de Alemania), de unos 40, bien abierta e inteligente, casada y con hijos (teenagers, muy simpáticos), le conté la historia Mi diálogo con un joven de la extrema derecha en Torgau

Le dije que yo pensaba que se podría hacer mucho más con esos chicos que, en su ignorancia, eran embaucados por los populistas de la extrema derecha (como -esto no se lo dije- antes fueron engañados sus padres y aún antes, sus abuelos, por otros totalitarismos parecidos a este de los neonazis), me contestó con lacónicamente, que, en Brandenburg:

"Se hace mucho, se invierte mucho dinero y no se saca nada".


8 comentarios:

Albert dijo...

¿A qué se refería con "se hace mucho"?, ¿a educación en valores democráticos, a formación profesional, a centros de ocio...? ¿Se extendió un poco más en la explicación?

Marta Salazar dijo...

sí, se refería a todo ese "trabajo con la juventud" que se hace en Alemania en este sentido; yo también, alguna vez participé en él, como instructora deportiva (de tiro con arco y flecha, en realidad, no sé si servía mucho...), hasta que me cambié de casa y los viejos que hacen acá la instrucción deportiva de tiro, a esos habría que mandarlos a un camp anti ultra derecha! je je, exagero un poco...

un abrazo!

Albert dijo...

No sé si darles clases de tiro es lo más adecuado para este tipo de jóvenes...

Marta Salazar dijo...

así era... yo también siempre tuve serias dudas...

mira, lo que pasaba era que el mayordomo de donde vivía antes recibía dinero por trabajar con jóvenes y adultos, en este deporte (tú sabes, la promoción del deporte),

resulta que yo disparo super bien y me metió en esto, era entretenido y resulta que me descubrieron como "profesora estrella", je je

y me di cuenta que parte de este dinero venía de los fondos para combatir el pensamiento de ultraderecha...

evidentemente que era una oportunidad estupenda para conocer a muchos ninos y jóvenes y a sus papás, todos gente del campo...

se podía hacer algo bueno y se podría haber hecho también algo malo...

esa es la historia ;)

yo también tengo dudas de la efectividad de los programas que hay...

un abrazo Albert!

Anónimo dijo...

yo pienso que al final todo se reduce a lo mismo: la educación en casa y en la familia no se puede sustituir con nada. A veces, en casos aislados funcionan estos programas, pero en general son un absoluto fracaso...

Cuando yo estaba estudiando secundaria algunos de mis compañeros de clase cayeron en las garras de estos grupos neofascistas. Eran chicos de 14 años con un nivel cultural bastante mediocre (alguno llegó a confesar que nunca había leido un libro, ejem). Y su formación política era nula. Por eso se creyeron sin ningún tipo de actitud crítica toda la basura que aquellos tipejos de ultraderecha les contaron. Actualmente algunos son oficiales de cuerpos de élite de las Fuerzas Armadas Españolas. Y me dan escalofríos cuando pienso que estas personas tienen la "misión de protegerme".

María del Carmen

P.D. En lugar de "ultraderecha" se puede poner también "ultraizquierda", o cualquier otra palabra que empiece con "ultra" seguida de una ideología.

Marta Salazar dijo...

así es... yo sí tendría un poco de confianza en la educación escolar o extra-escolar, aunque confieso que es difícil lograr algo cuando tienes a la casa en tu contra;

yo pienso que la ultraderecha y la ultraizquierda (bueno, no es sólo lo que pienso yo, sino mucha gente, especialmentem los expertos en demoscopía) tienen el mismo potencial electoral, o sea, son votados más o menos por la misma gente...

ma imagino "live" la escena en tu colegio y la considero tan peligrosa como tú... lamentable...

Has oído hablar del caso Marwa, en Dresden?

Un abrazo fuerte!

Anónimo dijo...

no lo conocía, pero acabo de leer sobre ello y me he quedado horrorizada...

pero sabes qué pienso? que ese hombre que estaba sentado en el balancín hubiese insultado a cualquiera que le hubiera reclamado. A cualquiera. Con cualquier excusa. Hay personas que viven en estado de rabia y frustración permanente, que no tienen perspectivas de futuro ni saben hacer nada en la vida. Por supuesto es más fácil insultar o atacar a las personas que son diferentes (por raza, religión, alguna característica o defecto físico...), quizá porque esa diferencia las hace más débiles o vulnerables. Y los tipos como el homicida del caso Marwa siempre atacan a los más vulnerables. Son unos cobardes.

sabes qué es lo más curioso de estos chicos de los que te hablo?? que eran hijos de buenas familias, de clase acomodada, católicos (de apariencia, no de práctica) y "muy decentes". Dudo que sus padres supieran las barbaridades vandálicas que hacían sus hijos al salir de casa. Y si lo sabían, preferían hacerse los ignorantes.

Beso!

María del Carmen

Marta Salazar dijo...

hola hola! el problema es que este "ruso" parece que sí venía de la gente infectada por el racismo y la xenofobia (como si ellos no fueran, de alguna manera extranjeros, pero siempre se creen más alemanes que los más alemanes, es una forma de compensar lo que les falta... ojo: lo he visto también en el caso de algunos espanoles),

en el mismo tribunal, cometió delitos de injurias y calumnias basadas en xenofobia, por eso estaba por segunda vez en el tribunal...

me imagino la escena que narras con estos chicos de familias bien, y cristianos para afuera...

me voy a desayunar, así que te dejo, un fuerte abrazo y piensa si no te gustaría escribir algo sobre los emiratos!

Un abrazo fuerte!