Como hace unos días, "celebramos" los cincuenta años de la revolución cubana... y tal vez por el frío que está haciendo... me acordé del primer encuentro con una cubana muy simpática que era amiga de una amiga y con la que nos vimos varias veces.
Nos juntamos, a la hora del té (o del café), una amiga mexicana, esta cubana y una amiga de la nobleza alemana (tradicionalmente más abiertos a los extranjeros).
La chica cubana, muy divertida, decía:
"Es cierto que vine a Alemania antes de casarme; pero ¡sólo en verano y sólo a Baviera!
Antes de casarme, no sabía que había invierno -y tan frío-, ni tampoco que existía Kreuzweingarten". *
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* Kreuzweingarten es el pueblo donde vivía... con su marido y su suegra... PLOP!
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