lunes, 19 de enero de 2009

Martin Luther King y Josemaría Escriva: una sola raza, la de los hijos de Dios


Queridos amigos: hace tiempo que quería escribir un post. Ya que un bloguer español ha sido muy amable "conmigo", ha dejado varios mensajes en este blog y me ha invitado a responderle por mail. (Además, me ha enviado un saludo de Navidad).

La verdad es que yo prefiero responder todo públicamente, así participa más gente en el debate. Debatir es bueno, pienso yo, es un signo de madurez cívica y democrática. Debatir abierta y sinceramente es aún mejor.

Me he paseado varias veces por los blogs de este bloguer y le he dejado algunos mensajes (en foros) que él no ha respondido. Este bloguer plantea abiertamente la "superioridad del hombre blanco".

En uno de los artículos, le escribí que yo pensaba que la "raza blanca" no es superior a "las demás" (este lenguaje "de las razas" no me gusta para nada), sino que yo creo que todos somos de una sola raza, ya que todos somos hijos de Dios.

Puse en Google.de, "raza de los hijos de Dios" y me salieron bastantes textos, de los cuales, casi todos son de un tal san JM Escrivá, copio aquí dos que me han parecido más representativos.

Y esto lo hago hoy, día en que, en los EEUU, es feriado (no hay bolsa) se celebra el natalicio de Martin Luther King, otro santo de nuestra era.

Los dejo con los textos:

Nuestro Señor ha venido a traer la paz, la buena nueva, la vida, a todos los hombres. No sólo a los ricos, ni sólo a los pobres. No sólo a los sabios, ni sólo a los ingenuos. A todos. A los hermanos, que hermanos somos, pues somos hijos de un mismo Padre Dios. No hay, pues, más que una raza: la raza de los hijos de Dios. No hay más que un color: el color de los hijos de Dios. Y no hay más que una lengua: ésa que habla al corazón y a la cabeza, sin ruido de palabras, pero dándonos a conocer a Dios y haciendo que nos amemos los unos a los otros.

(Es Cristo que pasa, 106).

Iesus Christus, Deus Homo, Jesucristo Dios‑Hombre. Una de las magnalia Dei, de las maravillas de Dios, que hemos de meditar y que hemos de agradecer a este Señor que ha venido a traer la paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. A todos los hombres que quieren unir su voluntad a la Voluntad buena de Dios: ¡No sólo a los ricos, ni sólo a los pobres!, ¡a todos los hombres, a todos los hermanos! Que hermanos somos todos en Jesús, hijos de Dios, hermanos de Cristo: su Madre es nuestra Madre.

No hay más que una raza en la tierra: la raza de los hijos de Dios. Todos hemos de hablar la misma lengua, la que nos enseña nuestro Padre que está en los cielos: la lengua del diálogo de Jesús con su Padre, la lengua que se habla con el corazón y con la cabeza, la que empleáis ahora vosotros en vuestra oración. La lengua de las almas contemplativas, la de los hombres que son espirituales, porque se han dado cuenta de su filiación divina. Una lengua que se manifiesta en mil mociones de la voluntad, en luces claras del entendimiento, en afectos del corazón, en decisiones de vida recta, de bien, de contento, de paz.

(Es Cristo que pasa, 13)


6 comentarios:

Benita Pérez-Pardo dijo...

"la de los hombres que son espirituales, porque se han dado cuenta de su filiación divina."

Marta, no conocía el texto pero hay una cosa que pienso desde hace mucho tiempo.

Cuando en una reunión de negocios o una conferencia comparece un hombre (o mujer que en España están de un pesado con el tema) que ha estudiado en Harvard y tiene un Master por la Universidad más importante del país no le presentan diciendo al colegio que ha ido o comentando al parvulario (educación infantil) que acudió. Lo más normal es que le presenten comentando los títulos más prestigiosos que ha tenido.

"Pepito Pérez Master en Oxford University" en lo que sea y no "Pepitó Pérez que con cuatro años fue al cole de su barrio no sé cómo.". Presntan por la mayro graduación.

Creo que sí que hay razas. Es evidente que hay personas de diferentes razas: chinos, europeos, escandinavos, sudamericanos... Pero también creo que todas las personas ostentamos un título mucho más importante que hace a los demás insignificantes: TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS!.
Por tanto, si bien hay razas que nos distinguen hay algo mucho más importante y trascendente que nos iguala que es la filiación divina.

Por eso creo firmemente que ninguna persona tiene más valor que otra.Ninguna. Nunca.

Ahora que soy madre y cuando alguna vez mis hijos dicuten (muy poco y muy leve gracias a Dios) me entristece y pienso que algo similar debe sentir Dios cuando las personas nos despreciamos unos a otros y no hacemos lo que está en nuestra mano para ayudarnos lo máximo posible.

Bueno Marta, me extendí. No pude evitarlo.
Un abrazo

Ludmila Hribar dijo...

Bien Marta. No me di cuenta que ayer se celebraba el natalicio de Martin Luther King. Descubrir la pagina oficial en su nombre http://www.thekingcenter.org/
una vez surfeando por la net y escuchar de su propia voz "If you want to be great" me impresiono y sigue haciendolo cada vez que lo escucho! Que forma de pacificar y de hacerles tomar conciencia a sus seguidores y a su raza en un momento que en Estados Unidos aun ni se soñaba que un dia y nada menos que al dia siguiente de la celebracion del natalicio de este gran hombre de color otro hombre de su raza llegaria a la Presidencia. Han recorrido un largo y duro camino.

Marta Salazar dijo...

Gracias amigas!

Ljudmila, en todo caso, Obbie es mitad blanco, mitad negro...

en general, en el mundo NO hay "razas puras", si es que alguna vez las hubo... a lo mejor en la época de los Neanderthales (qepd, porque se extinguieron).

Gracias Benita! creo que esa es también una interpretación posible, aunque yo prefiero no hablar de razas ;) que, por lo demás ya no existen, porque todos tenemos una mezcla de genes impresionante!

"de todos los colores que hace posible el amor humano" ;)

Gracias Ljudmila, voy a la página que me recomiendas!

Un abrazo a las dos!

Hilda dijo...

Nadie le enseñó a ese blogger en las clases de biología que todos pertenecemos a la especie Homo sapiens sapiens? digo, que haya distintos rasgos y color de piel, distintas formas de pensar, etc., no nos hace otra especie y por tanto todos somos iguales entendiéndose por igualdad que todos somos hijos de Dios.
En fin. Saludos cariñosos. Hilda

Marta Salazar dijo...

es que parece que hay algunos que no son sapiens sapiens ;)

Hilda dijo...

jajajaja, cierto, hay algunos que por sus actos parece que las neuronas que nos dan la categoría de sapiens sapiens, las tienen de adorno!!