La semana antepasada, tuve que ir a Frankfurt. En tren...
Como ocurre a menudo, olvidé algo: esta vez fue el diario.
Me he dado cuenta que mucha gente, después de leer el diario, lo bota, lo tira al papelero.
Estaba decidida a sacar un ejemplar del periódico de la basura.
En el andén -como mi tren y el anterior tenían retraso, había mucho tiempo para esperar- divisé a un sr. mayor, muy elegante y distinguido con el FAZ (habría leído hasta el Bild de manos de un maquinista, simplemente quería leer el diario del día).
Me senté a su lado (en el banco del andén). Lo esperé y esperé, hasta que avisaron que el tren llegaba... No tiró el diario, sino que se lo llevó.
Era Wolfgang Clement, el ex-ministro socialdemócrata. Se ve mucho mayor que en la foto de Wikipedia.
Un amigo me dice (en vistas de su tendencia política): Clement debería leer el Frankfurter Rundschau y no el Frankfurter Allgemeiner Zeitung.
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