martes, 23 de septiembre de 2008

El borrachito del pueblo


De vez en cuando, veo a nuestro inofensivo borrachito del pueblo. Es flaco, tipo escuálido y mal alimentado, mal vestido, con barba descuidada y deambula por Mehlem.

Un amigo me contó que, hace años, cuando él llegó a vivir a este pueblecito, el sr. este era el segundo del supermercado (mini y muy caro) de Mehlem. Muy trabajador y educado.

Casado hasta entonces, fue abandonado por su sra., quién sabe por qué. Parece que se fue con otro o algo así...

Esto -continúa mi amigo- lo destruyó por completo y se refugió en la botella. Dejó de ir a trabajar y perdió su trabajo. No se proecupó más de su apariencia y... se convirtió en el triste borrachito que veo con cierta frecuencia en el pueblo.

Como tantos otros alemanes, vive de la ayuda social, esto es, de nuestros impuestos y cargas sociales.