sábado, 8 de marzo de 2008

Los chinos y los hijos


Ahora que se dice, piensa, espera que la política de UN HIJO en China, cambie, dando libertad a los padres para tener dos hijos... aunque esto no es tan así como explicaré en este post, recuerdo este relato de mi blog anterior.


El fin de semana estuve en un cumpleaños. Había algunos pocos extranjeros: una inglesa que era lejos la que tenía más chispa de todo el grupo (60 personas) y unos niñitos finlandeses que no hablaban alemán y que se latearon mucho (entre otras cosas, porque no hablaban alemán, obvio), que iban con ella, no sé por qué.

Y... otro de los invitados era un chino. Con el perdón de los chinos, tampoco tienen mucha chispa, al menos los que he conocido en Alemania, a lo mejor en otro país es distinto... esta es una pregunta y no una afirmación.

Al final de la fiesta, estuvimos conversando con un matrimonio con el chino, quien nos contó que había llegado a Alemania el '85 enviado por el gobierno chino. Actualmente es gerente de una empresa en una gran ciudad alemana. No puedo revelar más detalles para proteger al ciudadano chino. En mi otro blog, sobre todo en el de Blogspirit, cada vez que escribía algo sobre la china, veía que tenía muchas visitas de ese país, aparte de las habituales desde Hong Kong.

Pero a lo que voy: el chinito me contó que a él y a su sra. (que no estaba en la fiesta) le hubiera gustado tener más hijos; pero, el gobierno chino permite tener sólo un hijo y nosotros tenemos sólo uno". Dijo hijo y no hija.

La Sra. del matrimonio spengleriano (su marido acababa de leer la Decadencia de Occidente y lo creía todo, también conversaban con nosotros) le preguntó desde cuándo existía esta política familiar y él contestó: "desde el final de la era de Mao, pero en aquel entonces, en la práctica, Mao ya no gobernaba". Explicó que la política sigue siendo aplicada duramente por el gobierno actual.

Y dijo que era una "política injusta". Que él envidiaba (sanamente por cierto) a quienes tienen más hijos, pero que no podía cambiarlo.

Explicó que las minoría en China (mencionó a los tibetanos y a no sé qué grupos, dijo los nombres en chino, de manera que no entendí, creo que los mongoles también) pueden tener más hijos, para que no desaparezcan; pero que él y su Sra. son chinos comunes y corrientes, "han" a quienes está permitido tener sólo un hijo.

Interrogado sobre las consecuencias de tener un hijo más (aquí tragué saliva) son monetarias, tienen que pagar una multa.

Pensé en cómo será la pirámide demográfica china en unos decenios y en qué harán con la generación pasiva.

También recuerdo que, cuando el presidente chino estuvo en Alemania, pronunció una conferencia ante empresarios alemanes (parece que las conferencias de prensa los chinos, simplemente no las conocen) y habló de la felicidad de los jubilados alemanes, con lo que se produjo una gran risotada en la sala de la conferencia.

Ver, si quieren, La metida de pata de Hu Jintao en Alemania


6 comentarios:

Unknown dijo...

Marta

Pensé que esto era del pasado. Qué lastima estar equivocado!

¿Dónde está Amnesty International para abogar por los derechos reproductivos -estos SI que son reproductivos y no antirreproductivos- de los chinos?

En fin, estarán demasiado ocupados procurando que en Chile se apruebe la Corte Penal Internacional... cada quien con sus prioridades.

Unknown dijo...

Marta

Pensé que esto era del pasado. Qué lastima estar equivocado!

¿Dónde está Amnesty International para abogar por los derechos reproductivos -estos SI que son reproductivos y no antirreproductivos- de los chinos?

En fin, estarán demasiado ocupados procurando que en Chile se apruebe la Corte Penal Internacional... cada quien con sus prioridades.

Hilda dijo...

Este año entró un chino a nuestra escuela. Ha sido un reto para mí como maestra que aprenda biología pero ahí voy. Pero igual es hijo único y créeme que tampoco es una chispa. No he hablado con sus papás, ellos no hablan español y es un show entenderles. Si con trabajo le entiendo al niño, jajaja y él si sabe español.
En fin y como dice Marcelo, ¿dónde está armistía internacional?
La gente tiene derecho a decidir su número de hijos, y no importa si son uno o veinte, con tal de que se les de una vida decorosa y de calidad física y espiritual.
En fin. saludos. Hilda

Marta Salazar dijo...

así es...

Hilda, a ver si nos cuentas! igual, los chinos son super buena gente, aunque a veces tienen historias terribles que muchas veces no cuentan... no se atreven, hazte amiga de ellos! de dónde vienen? de qué parte de China?

Una vez, aquí en Alemania, una chinita dijo que a ella le gustaría tener hijoS y la profesora de alemán del Goethe Institut (una institución bastante ideologizada, por decir lo menos) le gritó y la retó delanta de todos, por ser una irresponsable que quería tener hijos en China, donde ya había tanta gente! y además, el mundo era tan malo, etc., etc. etc., para traer más gente a él,

yo te digo, si los europeos han estado decenios sembrando estas ideas por el mundo como las más adelentadas (y más encima a gritos, como esta sra.) qué queda para los chinos!

Un abrazo fuerte a los 3... perdón, 2!

Hilda dijo...

Hola Marta, te contaré al final del año, todavia estoy en la etapa de aprendizaje con mi chinito.

Imagina, es tímido, travieso y soy su asesora, la que le toca jalarle las orejas, poco a poco he logrado que nos vayamos comunicando.
De su familia no la conozco, el único que logra entenderles es el director. Es el único niño con quien hacemos el trabajo de asesoría director y yo porque nos separa el idioma, jaja

No me ha dicho de qué parte de China viene a pesar que todo el salón y yo les hemos preguntado jajaja
Pero es dulce el condenado.

Que terrible la actitud de la maestra, digo, yo estoy en contra de tener hijos indiscriminadamente pero de ahí que la gente se limite por dizque explosión demográfica (digo existe, pero el problema es la mala distribución de la riqueza, no la cantidad de humanos)

Como te dije anteriormente, un hijo o veinte, que más da si les das una vida decorosa y de calidad física y espiritual.

saludos. Hilda

Marta Salazar dijo...

hola hola querida Hilda!

a ver qué nos cuentas!

en todo caso, no hay que olvidarse que, para compartir, hay que crear y para creas, compartir.

Pero no se puede distribuir, sin antes crear, y no conviene crear si no tenemos unj incentivo y el incentivo es que recibamos el premio por nuestro trabajo...

Pienso yo,

un abrazo fuerte!