lunes, 22 de octubre de 2012

Me van a quemar viva...!


Estaba revisando fotos de La página de mi blog AESyD en Facebook y recordé este episodio... Como siempre, la persona que lo escribió es espanola. Ahora me mandan a la hoguera, como antes me desearon la muerte por "degollamiento" (Ataque -otro más- esta vez de un militar español islamófobo ).

Parece que toda esta gente vive aún -en el mejor de los casos- en la temprana edad media... o más bien, en la total barbarie. Y esto, usando caros Blackberries y iPods...


2 comentarios:

Marta Salazar dijo...

mi amigo Jorge me escribe el siguiente comentario, que no sé por qué no aparece en el blog (parece que lo envía a través de un servicio de Google Reader?), lo copio aquí, para que lo lean tod@s:

"La solución Marta, podría ser el que no te des por aludida e ignores en términos absolutos éstas publicaciones. En general esa mala gente disfruta con las reacciones a sus ataques, no hay que darles el gusto.
Un abrazo desde la distancia."

Marta Salazar dijo...

mi respuesta: querido Jorge, esto no es algo personal, si lo fuera, no me importaría.

Pero es algo que nos compromete a todos quienes vivimos en la Unión europea. No se puede tolerar la xenofobia y la violación de los derechos fundamentales.

No podemos quedarnos callados.

Fíjate que un amigo austriaco me llamó la atención acerca de una campana que existía en Espana (país que, en temas de xenofobia está a la cabeza en Europa) me dice que hay un hashtag que inventaron contra los gitanos #EnGitania y me invita a sumarme a su campana para defeder a los gitanos, lo que hice y esta es una de las consecuencias...

Como el estado espanol no hace nada en contra de la xenofobia, lo único que nos queda es denunciar a estas personas (aunque se escuden cobardemente tras el anonimato) públicamente... no pierdo la esperanza de que pueda ayudar a alguien a reflexionar sobre el tema del odio a los demás...

Lo mismo haría/hago no sólo por gitanos, sino por judíos, por musulmanes, por sudacas, por gente de color, etc.

Un abrazo querido Jorge